El 27 de enero de 2025, el mundo conmemoró el 80° aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau, el campo de exterminio más letal del régimen nazi. Imágenes inéditas y desgarradoras han surgido, recordando las atrocidades del Holocausto mientras se reflexiona sobre la banalidad del mal, una temática que también resonó en la galardonada película Zona de Interés, dirigida por Jonathan Glazer.
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Este filme, ganador del Óscar a Mejor Película Internacional en 2024, ofreció un crudo retrato de la vida cotidiana del comandante nazi Rudolf Höss y su familia, quienes habitaban una casa junto al campo de concentración. La obra destaca la normalización del horror: una piscina familiar adyacente al lugar donde caían cenizas humanas y la apropiación de pertenencias de las víctimas por parte de Hedwig Höss, esposa del comandante.
Un lugar de muerte y vida cotidiana
Paweł Sawicki, portavoz adjunto del Memorial y Museo de Auschwitz, reflexionó sobre la importancia de estas historias para entender la dualidad de Auschwitz. “Es crucial recordar que la historia de Auschwitz es una historia humana. Tanto las víctimas como los perpetradores formaron parte de una tragedia que muestra lo que ocurre cuando las ideologías de odio se arraigan”, afirmó Sawicki.
El testimonio de Sawicki subraya cómo los oficiales nazis vivían con sus familias en una aparente normalidad, mientras supervisaban el exterminio de millones. La película refleja esta desconexión moral, mostrando cómo la familia Höss usaba ropa y objetos robados a las víctimas, confirmando la sistemática deshumanización que caracterizó el Holocausto.
El legado de Rudolf Höss
Rudolf Höss, el comandante de Auschwitz, fue capturado en 1946 tras ser delatado por su esposa. Durante su juicio, detalló de manera escalofriante cómo el campo funcionaba como una máquina de muerte, capaz de asesinar a 2,000 personas en 30 minutos con gas venenoso.
En sus memorias, admitió que 2.5 millones de personas murieron en el campo, mientras cientos de miles más sucumbieron al hambre y las enfermedades. El 16 de abril de 1947, Höss fue ejecutado en el mismo Auschwitz, ante los ojos de sobrevivientes y testigos del genocidio.
Recordando para no olvidar
Las imágenes difundidas y el estreno de Zona de Interés en Auschwitz buscan mantener viva la memoria histórica. Más que un recordatorio de los horrores pasados, estas conmemoraciones son una advertencia sobre las consecuencias del odio y la indiferencia.
Auschwitz, que una vez representó la cúspide del mal humano, es hoy un símbolo de la necesidad de luchar contra el odio, el antisemitismo y cualquier forma de deshumanización. En este 80° aniversario, las imágenes y relatos son un llamado a preservar la memoria y a construir un futuro donde estas tragedias nunca se repitan.