La aerolínea Spirit que opera en Estados Unidos, cometió un grave error que puso en riesgo la vida de un pequeño de seis años y puso en vilo la tranquilidad de su familia. El chico viajaba solo desde Filadelfia y tenía como destino el estado de Florida, donde, de hecho, logró aterrizar, solo que no en la ciudad indicada.
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Durante todo el vuelo, el niño estuvo bajo el cuidado y supervisión de un tripulante de cabina, sin embargo, en medio del vuelo, los tripulantes se percataron de un error: el chico no tenía que volar con destino a Orlando, a donde se dirigía ese avión, sino que debía aterrizar en Fort Myers, también en Florida.
La madre del pequeño fue hasta el aeropuerto de Fort Myers a esperarlo. Al preguntar a las azafatas del vuelo donde debía llegar su hijo, por su paradero, estas no supieron darle respuestas, sino que, por el contrario, le dijeron que en aquel vuelo no viajaba ningún menor no acompañado.
Claramente, aquella respuesta resultó en desesperación y preocupación para la madre, pero rápidamente la aerolínea Spirit logró ponerse en contacto con la familia del niño y explicarles lo que había ocurrido. “Tan pronto como descubrimos el error, tomamos medidas inmediatas para comunicarnos con la familia y reconectarlos”, fueron las declaraciones de la aerolínea a través de un comunicado.
Del mismo modo, la empresa envió sus disculpas a la familia y recalcó que, pese al error, el niño siempre estuvo bajo el cuidado de un trabajador de la aerolínea, incluso después de haber aterrizado en Orlando.