Un cambio climático significativo se está produciendo en Estados Unidos, con temperaturas que descenderán drásticamente en el centro y el este del país. Esta ola de frío, más propia de noviembre que de octubre, traerá consigo una sensación térmica que hará recordar a muchos los meses más fríos del año.
NOTAS RELACIONADAS
La combinación de un frente frío de gran envergadura y una masa de aire ártico proveniente de Canadá será la responsable de este brusco descenso de las temperaturas. A partir de este lunes, se espera que las temperaturas máximas disminuyan significativamente en amplias zonas del país, con descensos de hasta 8ºC por debajo del promedio.
Un frente frío intenso y aire ártico
Ciudades como Chicago podrían experimentar temperaturas máximas que no superen los 10ºC, mientras que en Atlanta, las máximas podrían quedarse por debajo de los 15ºC. Incluso en el noreste, las temperaturas diurnas podrían ser tan bajas como 4ºC o 10ºC, con heladas nocturnas en algunas zonas.
Este cambio climático repentino tendrá un impacto significativo en la población y la naturaleza. Las heladas anticipadas podrían dañar cultivos y plantas, poniendo en riesgo la producción agrícola en algunas regiones. Además, las bajas temperaturas podrían generar problemas de salud en personas vulnerables, especialmente aquellas que no cuentan con una calefacción adecuada.
Impacto en la población y la naturaleza
Las autoridades han emitido alertas por heladas en varias zonas del país, recomendando a la población tomar precauciones para protegerse del frío. Es importante que las personas se abriguen adecuadamente, eviten exponerse a temperaturas extremas y aseguren que sus hogares estén bien aislados.
Se espera que las temperaturas comiencen a recuperarse a partir del fin de semana, pero el frío persistente en algunas zonas, como los Apalaches del sur y el sudeste, podría prolongarse hasta el viernes.