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Sin duda alguna, nadie hubiera imaginado que un museo para lamer paredes existiera, pero, en el pequeño pueblo de Grand Saline, en Texas, Estados Unidos, hay un espacio repleto de sal que captó la atención de los habitantes del territorio estadounidense e incluso de turistas que han asistido al lugar para vivir una experiencia completamente diferente.
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Este peculiar edificio busca resaltar la importancia de este recurso para la región, convirtiéndolo en un interesante destino para los amantes de la historia. El mineral influyó en la cultura de la zona con tradiciones y hasta un festival llamado Salt Festival, en el que celebran la riqueza mineral de la región y el valor que le dan a su patrimonio único.
La importancia de la sal en Grand Saline
Desde el inicio de las operaciones de extracciones a principios del siglo XX, la sal se volvió un recurso natural vital para la región, así como significó un impacto en la economía local debido a que, el trabajo de la minería ofreció empleo a los habitantes.
Los depósitos de sal en el territorio texano fueron descubiertos hace más de mil años por los indígenas Caddo, responsables de indentificar una salina superficial que emergía como un pastel de sal sobre el terreno. Por muchos siglos, diferentes tribus tuvieron este lugar como una fuente del mineral, importante para conservar los alimentos.
El descubrimiento creó el inicio de una relación histórica entre los habitantes de Grand Saline y los depósitos subterráneos que aún se explotan.
Salt Palace Museum
El atractivo nace luego del primer Salt Palace construido en 1936 como parte de las celebraciones por el centenario de Texas. Sin embargo, aquel museo sucumbió a los elementos con el tiempo, por razones obvias, pues estaba completamente hecho de sal. En este sentido, ha sido reconstruido 4 veces y actualmente cuenta con un mejor diseño para preservar su durabilidad.
Para la fecha, los bloques de sal que forman las paredes son reemplazables, por lo que los visitantes que deseen lamer las paredes podrán hacerlo sin necesidad de dañar la estructura.
Tomasa King, guía del museo, explicó que, los asistentes no deben preocuparse por la higiene, ya que la sal tiene propiedades germicidas naturales. Definitivamente, esto será una experiencia inolvidable para quienes visiten el edificio de sal, una que indudablemente no ofrecen en otras atracciones.
Aunque principalmente el Salt Palace Museum se centre en resaltar este recurso, también ofrece otras exhibiciones y obras de figuras como el aviador pionero, Wiley Post, y el reconocido cantante de música cristiana, Chris Tomlim.