El gobierno del presidente Donald Trump comunicó su decisión de dar luz verde a las redadas de inmigración en lugares que tradicionalmente se consideran refugios seguros, como escuelas, colegios e iglesias. Ante la medida, diferentes grupos de defensores de los derechos humanos y la comunidad inmigrante, se han pronunciado, asegurando que serán garantes de la protección de estos grupos ahora vulnerables.
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Trump, por su parte, en un reciente comunicado emitido por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), enfatizó que estas redadas son parte de un esfuerzo mayor para hacer cumplir las leyes de inmigración en todo el país. El recién juramentado presidente instruyó a las agencias de inmigración a llevar a cabo estas operaciones con el objetivo de identificar y “atrapar a los extranjeros criminales, incluidos asesinos y violadores, que han ingresado ilegalmente a nuestro país”.
Instrucciones de Trump
Trump afirmó que "la ley debe ser aplicada sin excepciones", sugiriendo que la seguridad nacional y el orden público son prioridades que justifican estas acciones. Las instrucciones específicas incluyeron un enfoque en instituciones educativas y lugares de culto, argumentando que estos espacios han sido utilizados por individuos indocumentados como refugios.
"Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados. La administración Trump no les atará las manos a nuestras valientes fuerzas del orden y, en cambio, confía en que usen el sentido común”, manifestó el también magnate americano, en el texto que fue compartido por la DHS.
Revocación de medidas
Esta decisión también marca un cambio respecto a las políticas implementadas durante la administración anterior, que habían buscado proteger ciertos espacios de la intervención de las autoridades migratorias. En años recientes, varios estados y ciudades habían adoptado medidas para limitar las redadas en escuelas e iglesias, argumentando que estas acciones son perjudiciales para la cohesión social y el bienestar de los menores.
Sin embargo, con el regreso de Trump a la escena política, estas revocaciones de medidas parecen estar en la agenda, en un intento por reafirmar su enfoque duro hacia la inmigración. La administración ha dejado claro que cualquier intento de proteger a los inmigrantes indocumentados en estos espacios no será tolerado.
Políticas migratorias de Trump
La política de inmigración de Trump ha sido uno de los pilares de su administración desde su campaña presidencial en 2016. Bajo su liderazgo, se implementaron diversas medidas para restringir la inmigración, incluidas las prohibiciones de entrada a ciertos países, la construcción de un muro en la frontera con México y un enfoque agresivo hacia la deportación de inmigrantes indocumentados.
En la actualidad, la situación migratoria en Estados Unidos sigue siendo tensa. A medida que se enfrentan a desafíos económicos y sociales en sus países de origen, miles de personas continúan buscando asilo y oportunidades en el país. Las redadas en escuelas, colegios e iglesias reflejan una escalada en la política de inmigración de Trump, y claramente generan más preguntas que respuestas sobre el futuro de las comunidades inmigrantes y sus derechos en el país.
