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Una trágica celebración del 4 de julio en Nueva York dejó como saldo tres personas fallecidas, incluidos dos niños, y diez heridos cuando un conductor presuntamente ebrio arremetió con su camioneta contra un grupo de personas en el Bajo Manhattan. El incidente ocurrió alrededor de las 9 p.m. del jueves en Corlears Hook Park, mientras las familias disfrutaban del feriado del Día de la Independencia.
La policía de Nueva York informó que la camioneta ignoró una señal de alto cerca de Water St y Jackson St antes de saltar la acera y embestir a los presentes en el parque. El jefe de la policía de Nueva York, Jeff Maddrey, detalló en una conferencia de prensa que los socorristas llegaron rápidamente al lugar y encontraron a cuatro personas atrapadas debajo del vehículo.
Los esfuerzos por rescatar a los heridos fueron intensos, sin embargo, tres personas fallecieron en la escena. Las autoridades de Nueva York, a través de sus redes sociales, pidieron a los ciudadanos evitar la zona afectada debido a la presencia policial y a los retrasos en el tráfico como consecuencia de la investigación en curso.
El parque estaba lleno de familias celebrando el Día de la Independencia cuando el conductor ebrio se abalanzó con su camioneta contra casi una docena de personas. Los equipos de emergencia trabajaron arduamente para levantar el vehículo y liberar a los atrapados. A pesar de los esfuerzos médicos, tres víctimas no lograron sobrevivir y el resto de los heridos fueron trasladados a hospitales locales para recibir atención.
El NYPD confirmó que el conductor, quien mostraba claros signos de intoxicación, fue retenido por los testigos del incidente hasta la llegada de la policía. Los testigos se apresuraron a sacar al conductor del vehículo y lo mantuvieron bajo control hasta que las autoridades pudieron arrestarlo. Aunque las identidades de las víctimas aún no han sido reveladas, se confirmó que entre los fallecidos hay dos niños pequeños.
Este lamentable incidente es el segundo atropellamiento masivo en Nueva York en menos de una semana. Apenas el 28 de junio, otro conductor presuntamente ebrio se estrelló contra un salón de uñas en Long Island, resultando en cuatro muertes y nueve heridos.