Cinco soldados resultaron heridos en un tiroteo ocurrido este miércoles dentro de la base militar Fort Stewart, en el estado de Georgia. Las autoridades informaron que el atacante fue arrestado poco después del incidente, lo que permitió levantar el cierre temporal que se aplicó en las instalaciones. A pesar de la rápida reacción de los cuerpos de seguridad, el hecho encendió nuevamente las alarmas sobre la seguridad en lugares que se consideran de los más protegidos del país.
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¿Qué se sabe del tiroteo en Fort Stewart?
El tiroteo ocurrió poco antes de las 11 de la mañana en el complejo del 2º Equipo de Combate de la Brigada Blindada, también conocido como la “Brigada Espartana”. Esta unidad, creada en 2016, es considerada por el Ejército como su fuerza de combate terrestre más moderna. El atacante fue arrestado a las 11:35 a.m., aunque aún se desconoce su identidad, el motivo del ataque y el estado exacto de los soldados heridos.
Algunos de los heridos fueron atendidos en el Hospital Comunitario del Ejército Winn, ubicado dentro de la base, mientras que otros fueron trasladados al Memorial Health University Medical Center en Savannah, el principal centro de trauma de la región costera de Georgia.
Fort Stewart y la violencia en instalaciones militares de EE.UU.
Fort Stewart, ubicado a unos 64 kilómetros al suroeste de Savannah, es la base militar más grande del Ejército al este del río Mississippi y alberga a miles de soldados de la 3ª División de Infantería, junto a sus familias. Aunque no se reporta una amenaza actual para la comunidad, el incidente se suma a una preocupante lista de tiroteos en bases militares de Estados Unidos.
Hechos similares incluyen el ataque en 2009 en Fort Hood, Texas, donde murieron 13 personas; el tiroteo en el Astillero Naval de Washington en 2013; y el atentado en la Estación Aérea Naval de Pensacola en 2019. Estos episodios han dejado claro que incluso en entornos supuestamente seguros, la violencia armada sigue siendo una amenaza constante.
El FBI participa en la investigación del tiroteo, y tanto la Casa Blanca como el Departamento de Defensa fueron informados del incidente. Aunque el cierre de la base solo duró una hora, las preguntas sobre la seguridad interna en las instalaciones militares estadounidenses vuelven a estar sobre la mesa.