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Migrar a Estados Unidos representa una oportunidad para muchos que buscan un futuro mejor. Aunque el proceso puede parecer complicado, los ciudadanos estadounidenses tienen la capacidad de facilitar la entrada de sus familiares al país, permitiéndoles obtener la residencia permanente, conocida como green card. Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS), existen pautas específicas para lograr esto.
Los ciudadanos estadounidenses pueden solicitar la residencia para ciertos familiares mediante el Formulario I-130, denominado Petición de Familiar Extranjero. Este formulario es esencial para iniciar el proceso de inmigración, y el solicitante debe proporcionar pruebas de la relación con el familiar al que desea traer a Estados Unidos. La documentación debe ser completa y demostrar claramente la relación familiar.
En cuanto a los familiares que pueden ser solicitados, el proceso está dirigido a cónyuges, hijos, padres y hermanos de ciudadanos estadounidenses. Cada categoría familiar tiene requisitos distintos y tiempos de espera variables. USCIS destaca la importancia de presentar evidencia adecuada para cada caso, ya que esto es crucial para la aprobación de la solicitud.
Una vez presentado el Formulario I-130, el solicitante deberá esperar a que USCIS programe el trámite del visado para el familiar. El familiar debe pasar una verificación de antecedentes y cumplir con los requisitos de admisión para ser elegible para la residencia. Este proceso puede llevar tiempo, y es importante que el familiar esté preparado para cumplir con todas las normativas.
Si el familiar ya se encuentra en Estados Unidos de manera legal, puede ajustar su estatus migratorio utilizando el Formulario I-485. Este formulario permite que el familiar cambie su estatus a residente permanente sin necesidad de salir del país, simplificando el proceso para aquellos que ya están dentro de EEUU. El tiempo de procesamiento de la solicitud puede variar, y es difícil establecer un plazo exacto.