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Recientemente, las embajadas y consulados de Estados Unidos han comenzado a difundir activamente una advertencia clara sobre los peligros legales que conlleva intentar reingresar al país después de haber sido deportado.
Dicha campaña de información tiene como objetivo alertar a la población sobre las serias consecuencias de este acto ilegal, el cual puede llevar a largas penas de prisión, las autoridades estadounidenses buscan disuadir a las personas de tomar decisiones que puedan poner en riesgo su futuro.
La ley estadounidense impone sanciones graves a quienes intentan ingresar nuevamente al país sin la debida autorización después de haber sido deportados. Estas sanciones varían dependiendo del historial penal de la persona:
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2 años de prisión: Si la persona no tiene antecedentes penales graves.
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Hasta 10 años de prisión: En el caso de haber sido deportado debido a un crimen grave.
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Hasta 20 años de prisión: Si el crimen cometido incluye agravantes como reincidencia o violencia.
De acuerdo con la Fiscalía del Distrito Central de California, las autoridades de EEUU ya están ejecutando operativos para identificar y procesar a aquellas personas que intentan regresar al país de forma ilegal después de haber sido deportadas.
Las embajadas de Estados Unidos han sido contundentes en su mensaje: "Reingresar ilegalmente a EEUU tras una deportación es un delito grave". Este mensaje forma parte de una estrategia para disuadir a las personas de cometer este error, resaltando que las consecuencias no solo son reales, sino también severas.