En la mañana de este martes, dos aviones pertenecientes a Delta Airlines chocaron en la pista del Aeropuerto Internacional de Hartsfield-Jackson de Atlanta, Georgia.
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Se trataba del vuelo 295 de Delta Air Lines, con destino a Tokio, el cual estaba rodando justamente para despegar y la punta del ala golpeó la cola del vuelo 5526 de Endeavor Air, el cual se dirigía hacia Luisana. La información fue difundida mediante la Administración Federal de Aviación (FAA).
De acuerdo a las autoridades no se reportaron heridos de ambas aerolíneas. Sin embargo, el impacto provocó la caída de la cola de avión de Endeavor Air.
Cabe destacar que en el vuelo con destino a Tokio viajaban al menos 221 pasajeros y en el de Luisana, hasta 56 personas. En audiovisuales e imágenes compartidas por las redes sociales se evidencia a los viajeros desembarcando el avión impactado tras el siniestro.
En un comunicado la aerolínea indicó que los afectados serán solventados gracias a la implementación de "vuelos alternativos".
En este momento, se está desarrollando una investigación por parte de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, en donde está "cooperando" la aerolínea Delta Air Lines.
Este incidente se une a una ola reciente de percances. De hecho, el pasado abril en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, un avión de JetBlue el cual estaba por despegar casi choca con un vuelo de Southwest Airlines, cuando una persona en la radio de control de tráfico aéreo dio órdenes para que ambos aviones se detuvieran.
Un mes después, en el mismo aeropuerto casi se produjo un choque, debido a que un vuelo de American Airlines fue autorizado para despegar mientras otro recibió instrucciones para aterrizar.
Debido a estos incidentes recurrentes, la FAA desarrolló una cumbre de seguridad aérea el año pasado. Según cifras de la página web de la agencia, los mismos habían disminuido en un 33% durante el año fiscal 2024 en comparación con el anterior.