Entre 2014 y 2017, un gran número de conductores se encontraron en una situación perjudicial debido a cobros de impuestos y tarifas irregulares por parte de Uber y Lyft en el estado de Nueva York.
Tras una exhaustiva investigación y un posterior decreto, las empresas de transporte con conductor se verán obligadas a pagar la impresionante suma de $328 millones de dólares a los conductores a quienes deben indemnizar.
Este acto gubernamental demuestra el compromiso del Estado con los derechos de los trabajadores y ha servido como un intermediario en un acuerdo entre las empresas y sus conductores. El acuerdo monetario resultante es el resultado de años de investigación sobre irregularidades en la ley laboral de Nueva York, que permitieron a las empresas retener salarios y bloquear beneficios para los conductores.
Para los conductores que sufrieron los cobros irregulares de impuestos y tarifas del "Black Car Fund" entre 2014 y 2017, se abre una oportunidad de reclamar los fondos que les corresponden. Sin embargo, los detalles sobre cómo se llevará a cabo este proceso aún mantienen a muchos en incógnito. Pueden solicitar el pago a través de este enlace.
En aquel entonces, tanto Uber como Lyft hicieron responsables a los conductores de los pagos que, en realidad, debían corresponder a los clientes, lo que les permitió reducir costos de manera irregular y ofrecer precios más competitivos a los usuarios. Los conductores están a punto de recibir la compensación que merecen.