A medida que el mundo se adapta a las secuelas de la pandemia de Covid-19, Estados Unidos enfrenta un notable cambio en su panorama bancario. Según informes recientes, el país ha visto el cierre de 754 sucursales bancarias en lo que va del año, y se prevé que esta tendencia continúe, con una estimación de hasta 1,000 cierres para finales de 2024.
El fenómeno no es nuevo; desde el inicio de la pandemia, muchos locales minoristas han cerrado sus puertas debido a bajas ventas y altos costos de mantenimiento. Este impacto también ha afectado a las agencias bancarias. Solo en la primera semana de octubre, 46 sucursales cerraron, lo que refleja un patrón preocupante para el sector.
Entidades bancarias afectadas:
Entre las entidades más afectadas, Citizens Bank lidera la lista con 15 cierres en un corto período de dos semanas. Otros bancos como Huntingdon y US Bank también han contribuido al aumento de cierres, con 11 y 9 sucursales menos, respectivamente. Bank of America y Wells Fargo no se quedan atrás, cada uno cerrando cuatro agencias.
La razón detrás de este fenómeno radica en el cambio en el comportamiento de los consumidores, quienes están optando cada vez más por la banca digital y móvil en busca de mayor simplicidad y conveniencia. Un portavoz de US Bank comentó: “A medida que evolucionamos junto con nuestros clientes, estamos reevaluando nuestra presencia física y, en algunos casos, consolidando sucursales en mercados selectos”.
Optimización de sucursales
A pesar de los cierres, los bancos están invirtiendo en mejorar las sucursales que permanecen abiertas y optimizando sus capacidades digitales para ofrecer una mejor experiencia a sus clientes. Este cambio en la estrategia bancaria refleja una adaptación necesaria a las nuevas realidades del mercado y las preferencias del consumidor.