El paso de Beryl por el estado de Texas ha dejado un saldo devastador, con al menos tres personas fallecidas, millones de habitantes sin energía eléctrica, inundaciones masivas y pérdidas millonarias. Aunque el fenómeno meteorológico se ha debilitado a tormenta tropical, los estragos causados desde su llegada a suelo estadounidense han sido significativos y se prevé que sus efectos continúen en los próximos días.
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Beryl tocó tierra en Texas en la madrugada del lunes como huracán de categoría 1, azotando la región con intensas lluvias y fuertes vientos. Poco después de su arribo, el meteoro se debilitó a tormenta tropical, pero no sin antes dejar un rastro de destrucción a su paso.
Pérdida de vidas
Las autoridades han confirmado la muerte de tres personas como consecuencia directa del huracán. Dos de las víctimas fallecieron cuando árboles cayeron sobre sus viviendas: un hombre en el suburbio de Humble, en Houston, y una mujer en el condado Harris. La tercera víctima, un empleado civil del departamento de policía de Houston, perdió la vida al quedar atrapado en las aguas de la inundación bajo un paso elevado de la autopista.
Uno de los impactos más significativos de Beryl ha sido el corte masivo de electricidad. Según informes de CenterPoint Energy en Houston, alrededor de 2.2 millones de hogares y negocios se quedaron sin suministro eléctrico horas después de que la tormenta tocara tierra. Esta situación se complica aún más considerando que las altas temperaturas del verano texano hacen del aire acondicionado una necesidad vital para muchos residentes.
Las inundaciones han sido otro de los efectos devastadores de Beryl. Las calles de Houston, la cuarta ciudad más grande del país, se vieron rápidamente anegadas, lo que provocó la activación de alertas de inundación. Las autoridades locales informaron de al menos 25 rescates, principalmente de personas con vehículos atascados en las aguas altas. El alcalde de Houston, John Whitmire, destacó el peligro al que se exponen los equipos de rescate en estas situaciones.
Inundaciones
El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, quien actúa como gobernador en funciones mientras Greg Abbott se encuentra fuera del país, advirtió que las inundaciones podrían durar días y que la tormenta continúa descargando lluvia sobre un terreno ya saturado. "Esto no es cosa de un día", afirmó Patrick.
Las autoridades han expresado que podría tomar semanas reparar los daños ocasionados por el huracán y que no pueden proporcionar un tiempo estimado para la restauración completa de los servicios. La prioridad inmediata es restablecer el suministro eléctrico, pero los fuertes vientos dificultan que los equipos de reparación puedan realizar sus labores de manera segura.
Es importante destacar que Beryl ya había dejado un rastro de destrucción letal por partes de México y el Caribe antes de girar hacia Texas, causando al menos 11 muertes. Su impacto en Texas se vio agravado por el hecho de que el estado ya había sufrido severas inundaciones recientemente.