Sin precedentes fue lo que sucedió este miércoles, en el enfrentamiento debut entre Argentina y Marruecos en los Juegos Olímpicos París 2024. Ocurrieron diversos acontecimientos que opacaron la emoción de lo que un arranque de una competición de tal envergadura merece.
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Jugadores no queriendo seguir jugando, varios fanáticos frustrados y entrenadores al borde del colapso fueron algunos de los problemas que se vivieron en el estadio State Geoffroy-Guichard después de que el partido fuera suspendido por más de hora y media una vez que seis invasiones de campo se hicieron presentes por parte de hinchas marroquíes. Asimismo, los miembros de la afición también lanzaron petardos y botellas al campo durante el transcurso del compromiso.
La molestia, sobre todo para los militantes del conjunto albiceleste, no quedó allí, sino que, luego de que los futbolistas tuvieron que volver a calentar para reanudar los tres minutos de juego que restaban en el reloj de 90 minutos, el VAR determinó que el gol de Argentina sobre la hora, que fue marcado antes del parón y que igualaba el marcador a 2-2, debía ser anulado por fuera de juego.
Finalmente, Marruecos terminó imponiéndose por 2-1.
Javier Mascherano hace sentir su molestia
Como no podía ser de otra manera, la serie de sucesos fue algo que molestó sobremanera al director técnico de la selección argentina U23, Javier Macherano, quien expresó su frustración en la rueda de prensa posterior al fatídico choque.
"Ayer nos entraron a robar al entrenamiento. A Almada le faltaban reloj, anillos y todo. Nos piden credencial para todo pero después pasan estas cosas. Hoy invadieron siete veces el campo y después nos tiraron petardos", dijo Mascherano notablemente molesto.
Muchos periodistas, como Gaston Edúl y Pablo Giralt salieron en defensa del seleccionador, alegaron que se trataba de incomodidad totalmente justificada, considerando lo inesperada y tortuosa de la tesitura vivida en su primer juego en París.