NOTAS RELACIONADAS
La fecha del 29 de diciembre es una que tanto los familiares y fanáticos como el propio Michael Schumacher recuerdan con una especial tristeza, pues hace 10 años la lamentable noticia de que la leyenda alemana de Fórmula 1 había sufrido un accidente grave que lo había enviado de emergencias al hospital dejó "frío" a todo el mundo del deporte. No solo estuvo poco más de seis meses en estado de coma, sino que cuando recuperó la consciencia no volvió a ser el mismo de antes.
Todo ocurrió una mañana decembrina, cuando el siete veces ganador del Campeonato Mundial de F1 decidió ir a esquiar con su hijo Mick -quien en aquel entonces tenía 14 años- en la Estación de Meribel, Francia. Mientras se deslizaba por la nieve, pasadas las 11:00 A.M. se desvió del camino de márgenes balizados y fue cuestión de segundos para que chocara con una roca, cayera al suelo y otra piedra impactara su casco, rompiéndolo y causándole contusiones internas en la cabeza.
Muchos catalogaron de "imprudentes" las acciones de Schumacher al salirse de los límites de la pista, sin embargo, Sabine Kehm aclaró que lo había hecho para "ayudar a un esquiador que se había caído".
"Recibimos la llamada de los rescatistas de montaña que cuidaron a Michael Schumacher en la pista. Nos dijeron que aterrizó sobre su cabeza y sufrió una lesión grave en ella. Inmediatamente despaché el helicóptero para que fuera a la zona. Todavía recuerdo que los médicos de emergencia del helicóptero tuvieron problemas en las laderas, debido a lo complicado de la zona del accidente"; dijo Stephane Bozon, el jefe del servicio de emergencias que le tocó atender el incidente de uno de los mejores pilotos en la historia del deporte de motor.
Michael salió despierto del lugar de los hechos, no obstante, cuando iba camino al centro médico, en el helicóptero, perdió el conocimiento. Una vez en el sitio, en Grenoble, se determinó que había desencadenado un traumatismo craneoencefálico que le causó hemorragias internas y un edema cerebral, condiciones que no le permitieron retomar la consciencia hasta después de seis meses.
Lo sorprendente del caso es que el extalento de la Ferrari no era un novato en las artes del esquí, más bien Hubertus von Hohenloe lo catalogaba como de lo mejor que había visto de alguien no profesional.
En 2014, cuando salió del coma, fue trasladado a un hospital en Suiza, donde permanecería hasta la fecha. "Es diferente y está maravillosamente guiado por su esposa e hijos que lo protegen. Su vida es diferente ahora y tengo el privilegio de compartir momentos con él. Eso es todo lo que hay que decir. Desafortunadamente, el destino lo golpeó hace diez años. Ya no es el Michael que conocimos en la Fórmula 1", aclaró Jean Todt, quien fue su jefe en la era dorada de Ferrari.