El fútbol americano es un pasatiempo profundamente arraigado en la cultura estadounidense, pero este deporte también conlleva un alto riesgo de lesiones, especialmente lesiones cerebrales. En los últimos años, las conmociones cerebrales y otras lesiones relacionadas han dado lugar a numerosas demandas por lesiones personales, lo que ha generado un creciente debate sobre la seguridad de los jugadores.
¿Qué es la encefalopatía traumática crónica?
La encefalopatía traumática crónica (CTE) es una enfermedad cerebral degenerativa que resulta de golpes severos y repetidos en la cabeza. Los síntomas de CTE pueden incluir cambios de humor, dolores de cabeza y problemas de memoria. Con el tiempo, quienes padecen esta enfermedad pueden experimentar una pérdida progresiva de la función cerebral, manifestándose en agresión, comportamiento impulsivo, pérdida de memoria y demencia.
Antecedentes
El tema cobró relevancia a principios de la década de 2000, cuando el caso del centro de los Pittsburgh Steelers, Mike Webster, salió a la luz. Webster sufrió cambios de humor y pérdida de memoria antes de fallecer a los 50 años. Su autopsia en 2002, realizada por el patólogo Bennet Omalu, lo convirtió en el primer jugador de la NFL diagnosticado con CTE. Inicialmente, la NFL ignoró y luego negó el problema, haciendo poco para proteger a sus jugadores. Un informe del Congreso en mayo de 2016 reveló que la liga había rescindido un “obsequio sin restricciones” de $30 millones a los Institutos Nacionales de Salud al enterarse de que un estudio de la Universidad de Boston podría dañar su imagen.
¿Qué arrojó el estudio?
Un estudio realizado en 2017 analizó los cerebros de 202 jugadores de fútbol americano fallecidos, abarcando desde niveles escolares hasta profesionales. De estos, 177 (el 87%) mostraron signos de CTE, incluyendo 110 de 111 cerebros de exjugadores de la NFL. Sin embargo, es importante señalar que este estudio estuvo sesgado hacia aquellos que ya tenían preocupaciones sobre su función cerebral, por lo que no se puede concluir que el 99% de los futbolistas profesionales esté en riesgo.
Ramificaciones legales
Los hallazgos científicos recientes han cambiado el panorama legal para las víctimas de CTE. Estos estudios son cruciales para establecer la conexión entre las lesiones y las condiciones médicas resultantes, lo que ha permitido a muchas víctimas buscar justicia y ha llevado a un aumento en los litigios contra la NFL. En respuesta a estas preocupaciones, la liga ha reconocido un incremento del 16% en la incidencia de conmociones cerebrales en 2017 y ha implementado nuevas reglas para reducir estas lesiones, mejorando la calidad del equipo y promoviendo una mayor conciencia sobre los síntomas.
La creciente evidencia sobre las lesiones cerebrales debe ser un llamado a la acción para todos los involucrados en el deporte.