Brock Purdy ha emergido como una de las estrellas más sorprendentes de la NFL, llevando a los San Francisco 49ers a lo más alto de la liga. Sin embargo, lo que más destaca, además de su impresionante rendimiento en el campo, es su salario sorprendentemente bajo en comparación con otros mariscales de campo de su calibre.
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A pesar de liderar a su equipo a la final de la NFC y ser considerado un candidato al MVP, Purdy entra en la temporada 2024 como uno de los quarterbacks peor pagados de la liga.
¿Por qué Purdy es uno de los peor pagados?
Seleccionado en el último puesto del draft de 2022, conocido como "Mr. Irrelevant", Purdy firmó un contrato de novato de cuatro años por $3.74 millones, una cantidad estándar para su posición en el draft.
Esto significa que su salario base para 2024 será de tan solo $985,000. Aunque su rendimiento lo ha colocado en el radar como una estrella ascendente, las reglas del Acuerdo Colectivo de la NFL impiden que los equipos renegocien los contratos de los jugadores hasta que hayan cumplido tres años en la liga. Por lo tanto, aunque los 49ers quisieran aumentar su salario, no podrán hacerlo hasta 2025.
Este bajo salario ha sido una bendición para el equipo de San Francisco, que ha podido destinar más recursos a reforzar otras áreas del equipo, como la adquisición de estrellas defensivas como Christian McCaffrey y Chase Young. Sin embargo, a nivel individual, el salario de Purdy está muy por debajo del de otros quarterbacks de la NFL. Mientras que jugadores como Joe Burrow y Trevor Lawrence ganan más de $50 millones al año, Purdy se encuentra muy lejos de esos números.
A pesar de ello, Purdy sigue siendo una pieza clave para los 49ers. En 2023, lanzó para 4,280 yardas y 31 touchdowns, números que lo colocaron entre los mejores mariscales de campo de la temporada. Sin embargo, no podrá ver reflejado su éxito en su salario hasta al menos 2025, cuando finalmente sea elegible para una extensión de contrato.
Purdy ha demostrado que su valor va mucho más allá de su sueldo, pero la situación pone en evidencia las particularidades del sistema de contratos de la NFL, donde el talento y el rendimiento no siempre se alinean con el pago inmediato.