La mala suerte no deja en paz a los New York Jets. Cuando parecía que el equipo tenía finalmente estabilidad en la posición de mariscal de campo, una nueva lesión encendió las alarmas en el campamento de pretemporada. Esta vez fue Justin Fields, el quarterback recién adquirido, quien terminó siendo retirado del campo tras sufrir una dislocación en un dedo del pie derecho.
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Mala racha que no se detiene para los Jets
La escena ocurrió durante una práctica cuando Fields pisó accidentalmente a un compañero mientras lanzaba un pase corto. Inmediatamente mostró señales de dolor y abandonó el campo con ayuda del staff médico, siendo trasladado en carrito para recibir atención. Aunque los exámenes preliminares descartaron una fractura, los Jets anunciaron que estará en observación “día a día” y se someterá a estudios adicionales para evaluar la gravedad.
Este nuevo golpe se suma a la cadena de infortunios que ha perseguido a la franquicia, sobre todo en la posición de quarterback. La temporada pasada, la lesión de Aaron Rodgers en el primer juego dejó al equipo sin su estrella, y ahora, justo cuando apostaban fuerte por Fields, una nueva preocupación aparece.
¿Quién toma el mando si Fields no está?
Ante este escenario, el equipo todavía cuenta con alternativas, aunque ninguna tan prometedora como Fields. El veterano Tyrod Taylor, con más de una década de experiencia en la NFL, aparece como la opción más lógica si el joven mariscal no se recupera a tiempo. También están los jóvenes Adrián Martínez y Brady Cook, aunque con menos experiencia en el más alto nivel.
De momento, los Jets no contemplan buscar refuerzos, pero la incertidumbre se instala nuevamente en el vestuario, justo cuando había entusiasmo por arrancar una nueva etapa con un quarterback que prometía devolver la ilusión.
Fields firmó un contrato de dos años y 40 millones de dólares, y todo apuntaba a que sería el titular indiscutido en la campaña 2025. Su llegada representaba un nuevo intento por poner fin al caos que ha caracterizado la ofensiva de los Jets en años recientes. Sin embargo, esta lesión temprana, aunque no grave, amenaza con interrumpir su preparación y vuelve a poner al equipo en modo de contingencia.