Las autoridades de Nueva York confirmaron que el hombre armado que protagonizó un tiroteo en un edificio de oficinas en Manhattan el lunes tenía como objetivo principal atacar las oficinas centrales de la NFL. El hecho ocurrió en la Sexta Avenida, entre las calles 42 y 43, en pleno Midtown, donde el sospechoso fue abatido por la policía tras herir a un oficial.
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El atacante fue abatido antes de alcanzar las oficinas de la liga
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, señaló que el sujeto, identificado como Shane Tamura, iba “directamente a las oficinas de la NFL” cuando fue confrontado por las fuerzas de seguridad en el vestíbulo del edificio. Equipado con un arma larga, el hombre logró herir a un agente antes de ser abatido en el acto por otros policías que ya se encontraban en la zona.
A pesar de que el edificio alberga también importantes firmas financieras como Morgan Stanley, las autoridades han sido claras en afirmar que el blanco específico era la sede de la liga de fútbol americano. La rápida intervención policial evitó que llegara hasta los pisos donde se encuentran las oficinas administrativas de la NFL.
Refuerzan la seguridad en torno a la NFL tras el incidente
Tras el ataque frustrado, la NFL ha reforzado sus medidas de seguridad en el edificio. El comisionado Roger Goodell expresó su alivio por la actuación de los cuerpos policiales y confirmó que ningún empleado resultó herido. “Estamos agradecidos por la respuesta inmediata de las autoridades y trabajaremos con ellas en el desarrollo de la investigación”, indicó en un comunicado.
El hecho generó conmoción tanto entre los trabajadores del edificio como entre los residentes de la zona, que fueron evacuados mientras se aseguraba el perímetro. El motivo exacto del atacante aún no ha sido determinado, pero se investiga si tenía algún tipo de resentimiento o vínculo previo con la liga.
Este incidente ha encendido nuevamente las alarmas sobre la vulnerabilidad de instituciones de alto perfil ante ataques armados, así como sobre la facilidad de acceso a armas en Estados Unidos. Las investigaciones continúan para esclarecer cómo el atacante planeaba ejecutar su acción y por qué eligió específicamente a la NFL como blanco.