El deceso de Kevin Prendergast, líder de los entrenadores de Irlanda, a la edad de 92 años, señala el término de una época. La dinastía Prendergast ha liderado las competencias irlandesas desde épocas inmemoriales, y Kevin mantuvo la costumbre familiar de triunfo.
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Para muchos, Kevin Prendergast se convirtió en el emblema del entrenador irlandés, lo que resultaba ilógico, dado que Bart Cummings lo caracterizó con gran exactitud como un australiano que juega en Irlanda. El padre de Kevin, Paddy (frecuentemente llamado Darkie), disfrutó de su juventud en Australia montando saltos; mientras que Kevin, su hijo más grande, nació en Melbourne en julio de 1932.
Dato hípico: Un legado convertido en historia
Paddy, se estableció como entrenador en Curragh en 1940 y, junto a Vincent O'Brien, revolucionó el mundo de las carreras irlandesas. Paddy Prendergast ganó el primero de sus seis títulos de entrenador irlandés en 1950, pero su hito más significativo llegó en 1963, cuando hizo lo impensable al convertirse en el primer entrenador residente en Irlanda en encabezar la lista en Gran Bretaña.
Sus 19 victorias británicas ese año incluyeron el Oaks con Noblesse; el King George VI And Queen Elizabeth Stakes y el St. Leger con Ragusa, ganador del Irish Derby; y el Eclipse Stakes con Khalkis. Posteriormente, volvió a ser campeón de Gran Bretaña en 1964 y 1965, antes de que Vincent O'Brien lo consiguiera en 1966. (O'Brien volvió a ganar el campeonato en 1977).
Información hípica: De jinete exitoso a gran entrenador
Kevin Prendergast, quien fue uno de los jinetes más destacados y exitosos de Irlanda, iniciaba su preparación para su trayectoria como entrenador. En 1953, volvió a su lugar de origen para colaborar con el famoso entrenador Frank Dalton, que residía en Sídney, antes de regresar a su hogar tres años más tarde para ser ayudante de su padre. Este cargo lo ocupó durante seis años hasta conseguir su propia licenciatura como entrenador en 1963.
Ensilló a su primer ganador en mayo de ese año, a los 30 años, cuando Zara anotó en Phoenix Park. Su última victoria llegó más de 61 años después, cuando Copie Conforme ganó en Bellewstown el pasado agosto; mientras que su último caballo en participar fue Glory To Be, quien terminó segundo en Cork la semana pasada.
Foto: Horse Racing Irland
Entre los caballos que le fueron transferidos tras el fallecimiento de su padre se encontraba Ardross, de cuatro años, ganador el año anterior del G2 Gallinule Stakes en Curragh. Durante el verano de 1980, el nuevo fichaje de la cuadra contribuyó a brillar en las carreras de la Copa Británica, quedando segundo, muy cerca de Le Moss, entrenado por Henry Cecil, en las tres etapas de la Triple Corona de fondistas: la Copa de Oro de Ascot, la Copa de Goodwood y la Copa de Doncaster, antes de ganar la Copa del Jockey Club en Newmarket en otoño. Cuando Le Moss se retiró a finales de año, parecía que Ardross se había convertido, de forma natural, en el campeón electo de fondistas. El gran caballo, por supuesto, se convirtió en el campeón europeo de fondistas de 1981 y 1982 (y Caballo del Año de Gran Bretaña en 1982), pero para entonces ya había sido comprado por Charles St George y transferido al cuidado de Cecil.
Información hípica: El fin de una era
Al igual que su padre (quien ensilló a seis ganadores del Coventry Stakes en Royal Ascot), Kevin Prendergast fue un maestro en todas las categorías, tanto de edad como de distancia. Sus cuatro victorias en el Irish St. Leger (incluyendo dos con el admirable Oscar Schindler, cuya espléndida carrera incluyó un viaje a la ciudad natal de su entrenador para partir como favorito en la Copa de Melbourne en 1996) se vieron complementadas con éxitos de dos años de primera categoría con ejemplares como Bradawn Breever, Verglas, Miss Beatrix, Termagant, Kingsfort, La Collina y Miss Beatrix.
Kevin Prendergast, el verdadero precursor de las competencias irlandesas, se destacó como uno de los entrenadores más destacados y prósperos de Europa durante décadas. Representando la integridad, recibió gran respeto por sus logros y, al menos en la misma proporción, por sus atributos personales. Sin él, las carreras en Irlanda no serán las mismas y expresamos nuestras pesadas a su familia y a muchos amigos.
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