En una revelación sorprendente, el caballo de carreras Gardy's Legacy, ganador de una carrera de trote (Harness) en el MGM Northfield Park en Ohio el 3 de septiembre, dio positivo por D-metanfetamina, un estimulante potente e ilícito. La Comisión de Carreras del Estado de Ohio actuó rápidamente sobre las conclusiones, suspendiendo al entrenador del caballo, Samuel Schillaci, durante un año e imponiendo una multa de 1.000 dólares.
NOTAS RELACIONADAS
Sin embargo, las repercusiones del incidente se extienden más allá de las partes involucradas inmediatas, lo que desató un acalorado debate sobre la severidad de las sanciones por delitos tan graves en la industria de las carreras de caballos.
Tras la prueba de drogas positiva, Gardy's Legacy fue descalificado y se devolvieron los $4,500 en premios ganados en la carrera.
PETA pide medidas más estrictas. La mayor organización de defensa de los animales del mundo, PETA, expresó su profundo descontento con el castigo infligido a Schillaci, considerándolo insuficiente. Kathy Guillermo, vicepresidenta senior de PETA, argumentó que administrar metanfetamina a un caballo pone en peligro su vida y que quienes cometen esa mala conducta también representan un riesgo para otros caballos. Guillermo instó a la comisión de Ohio a prohibir permanentemente a Schillaci del deporte para garantizar la seguridad de todos los caballos.
A pesar de la reacción, la Comisión de Carreras del Estado de Ohio indicó que la sanción impuesta fue la máxima permitida por la ley, sugiriendo que no pueden imponer un castigo más severo. Este incidente saca a la luz las limitaciones que enfrentan los organismos reguladores a la hora de imponer sanciones estrictas y plantea dudas sobre si las leyes actuales son adecuadas para disuadir faltas de conducta tan graves.
Con información de bnnbreaking