El Manchester United ha anunciado la construcción de un nuevo estadio que reemplazará al icónico Old Trafford, un proyecto ambicioso que promete ser el recinto deportivo más grande del Reino Unido, con una capacidad para 100,000 espectadores.
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El diseño del nuevo coloso estará a cargo del prestigioso estudio de arquitectura Fosters + Partners, que ya ha firmado algunos de los proyectos más emblemáticos del mundo.
Aunque aún no hay una fecha oficial de finalización ni un coste exacto, se especula que la inversión podría superar los 2,000 millones de libras.
El United ha optado por esta construcción en lugar de renovar el actual Old Trafford, que con sus 74,000 asientos se ha quedado anticuado y fuera de las grandes competiciones internacionales, como la próxima Eurocopa 2028.
Un Teatro de los Sueños con empleos para Manchester
Según cifras del propio club, el proyecto generará un impacto de 7,300 millones de libras en la economía local y dará lugar a la creación de 92,000 empleos y 17,000 viviendas en la zona. Además, se espera que el estadio atraiga alrededor de 1.8 millones de turistas al año, consolidando a Mánchester como un destino global.
Aunque el anuncio ha despertado ilusión entre los seguidores, también han surgido preguntas sobre la financiación del proyecto.
El Manchester United ha acumulado pérdidas significativas en los últimos cinco años, y su deuda supera los 1,000 millones de libras. A esto se suman los recientes recortes llevados a cabo bajo la gestión de Ratcliffe, quien defendió el despido de 450 empleados para mantener la estabilidad financiera.
La decisión de construir un nuevo estadio en lugar de reformar Old Trafford refleja la apuesta del club por un futuro ambicioso, aunque el desafío económico es considerable.