Nuevos detalles sobre los últimos días de Diego Armando Maradona salieron a la luz este martes, durante el juicio a los profesionales de la salud acusados por la muerte del astro argentino en 2020. El director médico de la Clínica Olivos, Pablo Dimitroff, reveló que el exfutbolista tuvo un comportamiento agresivo y exigía alcohol durante su recuperación postoperatoria, lo que desaconsejaba totalmente su traslado a cuidados domiciliarios.
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Dimitroff explicó que Maradona fue operado el 4 de noviembre de 2020 de un hematoma subdural, una intervención que calificó como "de rutina". Permaneció en cuidados intensivos hasta el 11 de noviembre. Sin embargo, su evolución fue complicada desde el inicio del postoperatorio.
“Estábamos tratando a un paciente agresivo, que se arrancó las vías intravenosas y no comprendía que debía permanecer inmóvil. Era un paciente muy difícil de llevar a casa”, señaló el médico en su declaración judicial. También detalló que el 6 de noviembre, el exjugador tuvo un episodio de excitación psicomotora, similar a un cuadro de abstinencia alcohólica, en el que exigía consumir alcohol.
Las deficiencias en la atención domiciliaria a la que fue trasladado después, y donde murió el 25 de noviembre a los 60 años, son uno de los principales focos de la investigación judicial. Entre los acusados se encuentra el neurocirujano Leopoldo Luque, quien solicitó el lugar para realizar la operación a principios de ese mes.
Dimitroff también señaló que la operación no era una emergencia, aunque sí era necesaria. A pesar de su complejidad emocional, Maradona fue derivado a un entorno doméstico, algo que un cardiólogo del equipo médico había desaconsejado enfáticamente.
El juicio continúa y busca determinar si hubo negligencia médica en los cuidados que recibió una de las máximas leyendas del fútbol mundial.