El fútbol alemán lamenta la partida de uno de sus jugadores más importantes cuando en la historia de los mundiales se trata: Andreas Brehme. El recordado defensor que marcó de la selección teutona en la final de la Copa del Mundo de 1990, siempre será reconocido como uno de los villanos que "robó" su segundo mundial a Maradona en aquel partido decisivo.
NOTAS RELACIONADAS
Brehme fue un jugador que se destacó sobre todo en defensa pero que también tenía la capacidad dejugar en la mitad de la cancha. El nacido en Hamburgo saltó a la fama entre los años 1981-1986 con el F. C. Kaiserslautern, algo que posteriormente le serviría para dar el salto al Bayern de Múnich, donde ganaría el título de liga en su primera temporada.
A pesar de lo que muchos puedan pensar, con el Bayern Brehme no brilló tanto como si lo hizo posteriormente en el Inter de Milán, club al que llegó en el año 1988 y se quedó hasta 1992; Entre esos años, el zaguero jugaría los mejores años de su carrera. En Italia coincidió con compañeros de la selección alemana como Matthaus y Klinsmann.
El inicio de la caída como persona
Tras retirarse, Brehme siguió ligado al mundo del fútbol como entrenador, aunque no le fue demasiado bien. Su último trabajo lo tuvo en 2006, ayudando a Trapattoni en el Stuttgart. Su figura como leyenda no lo mantendría en el complicado mundo del fútbol actual y eso le hizo pasar sus peores momentos.
En 2014 se dio conocer que Andreas estaba totalmente quebrado y que despilfarró toda la riqueza que hizo como jugador en activo, algo que lo afectó hasta el punto de que algunas figuras históricas del balompié alemán pidieron ayuda para emblema teutón, aunque algunos no lo vieron igual.
Brehme tuvo que recurrir a trabajos muy alejados de la vida que conocía, se ofreció a trabajos de aseo de cañerías y otros similares, todo para poder pagar una deuda de 200.000 euros que tenía con el fisco de su país, todo tras hipotecar su casa por un monto de 400.000 en años anteriores y que lo terminaron dejando prácticamente en situación de calle.
Franz Beckenbauer, técnico del jugador en la selección propuso un método para ayudarle en aquel momento. "Tenemos la responsabilidad de ayudar a Andreas Brehme, él hizo mucho por el fútbol alemán, le dio un título, y ahora es el turno del fútbol alemán de hacer algo por él. Quizá podemos crear un fondo para proteger a los jugadores que atraviesan emergencias".