El Mallorca no vive un buen momento en La Liga y el entrenador Javier Aguirre no está muy contento con las preguntas acerca del rendimiento del equipo que está a dos puntos del descenso.
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"Llegué con el Mallorca en puestos de descenso (marzo de 2022), situación que no se vuelto a repetir en los últimos 50 partidos. ¿Por qué me preguntas sobre mi futuro a falta de 25 jornadas? Me huele mal", se defendió Aguirre tras el empate (1-1) ante el Cádiz en Son Moix.
El "Vasco" está a la defensiva y suele recurrir a su vasta experiencia para replicar a los rumores que le sitúan fuera del equipo si no gana el domingo al Alavés y la próxima semana al Sevilla, los dos en casa.
Repite a menudo que lleva quince temporadas en la Liga española y, aunque no lo dice públicamente, deja entrever que rescató al Mallorca del pozo hace un año en un dramático esprint final.
También fue el artífice del magnífico e inesperado noveno puesto y los 50 puntos con los que su equipo cerró el curso pasado.
Ahora, sin ganar en Son Moix desde junio de 2023 (3-0 al Rayo Vallecano) y acosado por las preguntas sobre su futuro en el banquillo, ve la botella media llena.
"No me siento impotente, me siento motivado. El equipo está compitiendo y el mallorquinismo no le puede reprochar nada al equipo. Agradezco a los aficionados que animaran (en el empate ante el Cádiz), no sé si se van contentos a casa, pero por lo menos ven a su equipo y les gusta lo que ven», enfatizó.
A Aguirre le han penalizado esta temporadas los errores en las áreas, como él mismo ha remarcado en más de una ocasión.
Tampoco ha ayudado a Aguirre la baja de entre cuatro y seis semanas de Vedat Muriqi, quien sufrió una lesión muscular en el partido Kosovo-Israel.
El ariete kosovar marcó 15 dianas la temporada pasada y su ausencia está pasando factura a la delantera, sobre todo, porque Cyle Larin sigue reñido con el gol.