El Atlético de Madrid firmó una actuación memorable al imponerse 5-0 al Getafe en los cuartos de final de la Copa del Rey, alcanzando un hito histórico. No lograba marcar cinco o más goles como local en esta fase del torneo desde su victoria por 8-1 sobre la Real Sociedad en 1965.
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Desde el inicio, el equipo de Diego Simeone se mostró voraz. En apenas 16 minutos, Giuliano Simeone anotó un doblete que desató la euforia en el Metropolitano. Luego, Samuel Lino amplió la ventaja antes del descanso, dejando el partido encarrilado. En la segunda mitad, Ángel Correa y Alexander Sørloth completaron la goleada, firmando la decimonovena victoria del equipo en sus últimos 21 partidos.
Con esta demostración de poderío, el Atlético reafirma su ambición en todas las competiciones. La Copa del Rey es un objetivo prioritario, al igual que LaLiga y la Liga de Campeones. Y, a solo unos días del derbi contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, los rojiblancos llegan lanzados.
Simeone y la alegría por su hijo Giuliano
Tras el partido, Diego Simeone se refirió a la actuación de su hijo Giuliano, destacando la satisfacción que genera ver a un canterano brillar con el primer equipo. “Siempre que nos ha pasado que un chico de la cantera lo hace bien, es una ilusión para nosotros, que lo vimos crecer. Como Saúl, Thomas Partey, Pablo Barrios o Lucas Hernández”, señaló el técnico argentino.
Consultado sobre su celebración contenida tras los goles de su hijo, Simeone explicó: "El primer gol lo celebré como lo necesitaba, el segundo menos y el tercero más. Hay momentos en los que el partido no está cerrado y eso influye en la efusividad".
Por último, Simeone valoró la actuación global del equipo: "Interpretamos bien el partido. Tuvimos velocidad, intensidad y agresividad ofensiva. Hicimos un partido con una intensidad muy alta". Un mensaje claro de que el Atlético no se conforma y sigue en busca de todos los títulos en juego.