Jennifer López ha vuelto a conquistar a España en su gira "Up All Night", que ya ha recorrido ciudades como Pontevedra, Cádiz, Málaga, Madrid, Barcelona, Bilbao y Tenerife.
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Con una puesta en escena espectacular y múltiples cambios de vestuario, JLo demostró que sigue siendo una figura indiscutible del espectáculo global, en medio de su regreso tras varios años ausente de los escenarios.
Jennifer López desata polémica
Durante su concierto en Madrid, la ex de Ben Affleck arrasó con un show que combinó energía pop, cabaret, flamenco y un mensaje de empoderamiento. Temazos como "On the Floor", "Let’s Get Loud" y "Jenny from the Block" se alternaron con nuevas canciones como "Free" y "Wreckage of You".
El espectáculo incluyó un homenaje visual y sonoro a España: mantones de Manila, taconeo, cajón y guitarra para interpretar versiones flamencas de “Gracias a la vida” y “Si una vez”, reforzando su conexión latina.
Sin embargo, no todo fue perfecto. En su última presentación en la ciudad española, 'La Diva del Bronx' fue duramente criticada por la complicidad que muestra con su equipo de baile, lo cual califican de "irrespetuoso".
En videos que corren como pólvora en redes sociales, se aprecia cómo la estrella latina baila de manera sensual con sus bailarines, haciendo algunas poses catalogadas como sexuales, un hecho que para varios fue "pasado de tono".
Críticas a la gira de JLo
También en España, parte del público expresó su frustración por el uso mayoritario de inglés, incluso gracias por cantar en español, intercalado solo con tres temas en castellano. En Málaga, algunos fans llegaron a gritarle “¡habla en español!” mientras ella continuaba su show en inglés.
El vestuario fue otro punto central del show. Firmas de alta costura como Zuhair Murad firmaron sus looks, que incluyeron bodys de cristal, transparencias, botas XL y chaquetas de flecos doradas o plateadas, por lo que, algunos fans criticaron que el estilo bordeaba lo excesivo.
Las condiciones de la gira también han generado críticas: los pases VIP para conocerla costaban hasta 1.210 €, y las entradas más accesibles rondaban entre 65 y 250 € dependiendo de la ubicación.
