La música regional mexicana tiembla, y es que, no han sido suficiente las amenazas que han recibido por parte del crimen organizado, las cuales han generado preocupación en la industria y la suspensión de numerosos espectáculos.
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Ahora, el popular género musical se ve afectado por las restricciones que impuso Estados Unidos para ingresar al territorio, pues, la naturaleza de sus canciones los ha metido en problemas, tras ser catalogadas como una “glorificación” a los narcotraficantes.
En este sentido, el gobierno liderado por Donald Trump, tomó estrictas medidas relacionadas con estos cantantes, como la revocación de sus visas y la prohibición de presentaciones en suelo norteamericano.
Por ejemplo, Los Alegres del Barranco, perdieron sus visas de trabajo y de turista en Estados Unidos, luego de rendirle homenaje a “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, durante un reciente concierto en Guadalajara.
Cantantes afectados
- Luis R. Conríquez: El mexicano está bajo la lupa por sus conocidos narcocorridos, estaría frente a las mismas sanciones estadounidenses con riesgo de perder su visa de trabajo.
- Natanael Cano y Peso Pluma: Estos artistas también podrían tener problemas con sus visas por las constantes acusaciones que reciben sobre el origen de sus canciones. Pues, el público afirma que, exaltan a las figuras vinculadas al narcotráfico.
- Gerardo Díaz: Aunque se sometió a una fase de revisión consular, el conocido como ‘El de las composiciones’, también está en la lista de figuras que corren el riesgo de perder su visa de trabajo. Todo depende de los resultados de su entrevista en la revisión consular.
- Eduin Caz e Israel Gutiérrez: Ambos hacen parte de la agrupación Grupo Firme y, a pesar del reconocimiento, no escapan de estas restricciones. Los artistas se vieron afectados tras no lograr la renovación de sus visas de trabajo y, están en revisión consular.
Escándalo en la industria musical
La situación ha generado un debate sobre la libertad de expresión y la responsabilidad de los artistas en la promoción de ciertos mensajes.
Mientras algunos defienden la música como una forma de reflejar la realidad social, otros argumentan que glorificar a figuras del narcotráfico puede tener consecuencias negativas.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha declarado que su gobierno no prohíbe la música, pero promueve la concienciación social para evitar glorificar la violencia, el narcotráfico y la misoginia.