La vida puede dar giros inesperados y, en el caso del delantero portugués Diogo Jota, esos giros fueron tan hermosos como trágicos. 11 días antes de su muerte, el 22 de junio, el jugador del Liverpool se casó con su pareja y madre de tres hijos Rute Cardoso.
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En una íntima y elegante ceremonia en Oporto, Portugal, la pareja contrajo matrimonio rodeados de sus tres hijos: Dinis, Duarte y Leonor, así como de sus familiares más cercanos, entre ellos, André Silva, su hermano y quien también falleció el 3 de julio.
La mágica boda de Diogo y Rute
Celebrada en una iglesia barroca, la boda generó emociones: una entrada al altar tomada de la mano, una lluvia de pétales blancos, confeti dorado y rostros radiantes en una velada que ambos declararon “un día que nunca olvidaremos”.
Ella lució un vestido de corte princesa con escote corazón, tiara y ramo en tonos nudes. Por su parte, el delante eligió un impecable traje azul medianoche con boutonnière a juego, logrando cautivar a todos.
Antes de la ceremonia, la pareja, unida desde la adolescencia tras conocerse en Oporto en 2012, había recorrido etapas significativas, como la de él emergiendo en el Paços de Ferreira y consolidándose en el Liverpool, ella siempre a su lado ejerciendo de soporte y arraigo familiar.
El compromiso llegó en 2022, junto a una propuesta romántica en un lago, y culminó en aquella ceremonia bajo la mirada de sus hijos en traje de gala.
Horas antes del trágico accidente ocurrido la madrugada del 3 de julio en la A-52, cerca de Palacios de Sanabria (Zamora, España), Diogo compartió en Instagram un emotivo vídeo de su boda, acompañado del mensaje: “Un día que nunca olvidaremos”.
El accidente de Diogo y su hermano
El accidente, según investigaciones, fue provocado por un reventón de neumático o la pérdida de control mientras adelanta; su Lamborghini volcó y se incendió, cobrándose la vida de Jota y su hermano André.
El fallecimiento de Diogo, de 28 años, y André, de 26, ha conmocionado al fútbol mundial. Figuras como Cristiano Ronaldo, Jürgen Klopp, la Federación Portuguesa de Fútbol, la UEFA y clubes como Liverpool o FC Porto han expresado su dolor, destacando su calidad humana y el luto que deja.
Hoy, las vueltas irónicas del destino ponen en perspectiva la efímera felicidad que vivió Jota. De celebrar un “sí, quiero” repleto de amor y promesas a despedirse para siempre, el contraste entre aquel radiante día de boda y la madrugada fatal estremece a todos.