Los Tigres de Detroit recibieron este martes a los Guardianes de Cleveland en el tercer enfrentamiento de la serie divisional de Liga Americana (SDLA). Compromiso donde los bengalíes se quedaron con la victoria con marcador de tres (3) carreras por cero (0) y se ponen a tiro de avanzar a la Serie de Campeonato. Los de Michigan no ganaba un juego de playoffs desde esa temporada cuando derrotaron 7-3 a Boston, el 16 de octubre de 2013.
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Este sería el primer juego del conjunto de bengalí en el Comerica Park desde la serie divisional de 2014, cuando cayeron ante los Orioles de Baltimore. En aquella oportunidad, los felinos llevaron al estadio a 43.013 aficionados al estadio.
No obstante, este martes, los dirigidos por Aj Hinch lograron un importante récord de asistencia con 44.885 boletos vendidos. “La mayor asistencia en la historia del estadio de los bengalíes en la historia”, así lo señaló el periodista Carlos Guillén.
Los Tigres, sexto clasificado de la fase regular en la Liga Americana, ya barrieron a los favoritos Astros de Houston en la ronda de comodines y de visita.
“Caos del picheo”
Keider Montero fue el abridor del duelo por los Tigres. Lo curioso es que tuvo labor de un inning en blanco y realizó solo seis lanzamientos. A partir de allí, el manager de Detroit usó hasta seis lanzadores para enfrentar a una alineación que tenía hasta siete zurdos.
La victoria quedó en manos del zurdo Brant Hurter, quien trabajó por espacio de 3.1 innings, permitió cinco hits y recetó un ponche, sin permitir anotaciones.
El pitcheo de los Tigres terminó con una línea de 8.0 innings, seis hits, dos boletos y cinco ponches. El único jugador que se embasó dos o más veces fue Steven Kwan con tres imparables. Tyler Holton se encargó de cerrar el juego por la vía rápida en el noveno inning. Cleveland terminó de 8-0 con hombres en posición anotadora y dejaron a ocho corredores en las bases.