En el choque sabatino entre los Gigantes de San Francisco y los Marineros de Seattle, Randy Arozarena, el talentoso jardinero de los Marineros, dejó a todos boquiabiertos con una jugada defensiva arriesgando el físico.
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En el primer inning, los Gigantes amenazaban con las bases llenas y un out. Arozarena se lanzó para atrapar un batazo de Matt Chapman con una impresionante zambullida, convirtiendo lo que parecía ser un batazo barre bases en un fly de sacrificio. Esta jugada no solo evitó que San Francisco barriera las almohadillas, sino que probablemente salvó al menos una carrera adicional, demostrando su compromiso y destreza defensiva.
Aunque el impacto le dejó sin aliento momentáneamente, su esfuerzo fue recompensado con una ovación de pie por parte de los aficionados presentes en el estadio. A pesar del golpe, Arozarena se levantó lentamente, señalando a sus compañeros y al público que estaba bien y que continuaría en el juego.
Randy Arozarena se ha ganado el corazón de los aficionados en Seattle gracias a su actitud y entrega. A pesar de tener línea ofensiva de .210/.366/.309/.675 en 23 juegos con los bucaneros, con solo un cuadrangular y cinco empujadas, es por este tipo de jugadas que se mantiene como una pieza importante en los jardineros de los Marineros.