La leyenda de los Rockies de Colorado, Matt Hollyday, regresó este sábado a la que fue su casa por seis temporadas para hacer el primer lanzamiento del encuentro ante los Orioles de Baltimore, equipo donde hace vida su hijo, el novato Jackson Holliday.
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“Es muy especial”, dijo el jugador del conjunto de Maryland, pues fue en ese estadio donde aprendió sus primeras lecciones de béisbol. “Es difícil explicar cómo crecí viendo a mi padre jugar aquí durante tanto tiempo. Estoy feliz de poder estar aquí al final del año y estoy emocionado de tener a un montón de familiares y amigos”.
Matt irrumpió en las mayores con los Rockies en 2006 y ayudó a la franquicia a conseguir su único banderín de la Liga Nacional en 2007. Después de pasar por Oakland, St. Louis y los Yankees de Nueva York, Holliday se reincorporó a los Rockies a fines de 2018, su última temporada.
“Es increíble”, dijo Matt Hollyday. “No parece que haya pasado tanto tiempo desde que Jackson corría por aquí. Jugamos con una pelota Wiffle y ahora tiene la oportunidad de jugar en este campo. Tengo muchos buenos recuerdos de aquí, obviamente, como familia y con Jackson. Tener la oportunidad de venir a verlo jugar en este campo es bastante surrealista”.
Matt dijo que había sido emocionante y estresante al mismo tiempo ver cómo se desarrollaba la primera temporada de Grandes Ligas de su hijo, admitiendo que ver jugar a Jackson podría ser más difícil en algunos aspectos que lidiar con sus propios altibajos.
“Como jugador, uno controla los resultados hasta cierto punto”, dijo Matt Hollyday. “Es difícil porque yo quería hacerlo bien y porque sé cuánto él quiere hacerlo bien, así que es un poco más exigente. Me pone probablemente un poco más nervioso que cuando jugaba. Pero también es divertido verlo. Me encanta ver béisbol, así que me encanta verlo jugar. Sé cuánto le encanta a él, así que eso lo hace fácil”.