El Dodger Stadium se convirtió en el epicentro de la pasión beisbolera este jueves, cuando miles de aficionados se congregaron desde tempranas horas para asegurarse una de las codiciadas figuras bobblehead de Shohei Ohtani. La promoción, limitada a los primeros 40.000 asistentes, provocó un inusual atasco en las inmediaciones del estadio y largas filas que dieron la vuelta a la manzana.
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Shohei Ohtani, el fenómeno japonés que ha cautivado a la MLB con su habilidad tanto en el montículo como en el bate, ha generado un revuelo sin precedentes en la ciudad conocida por su llegada tardía a los eventos. Sin embargo, este jueves, la historia fue diferente. Los fanáticos, ansiosos por obtener la figura que muestra a un sonriente Ohtani con su bate sobre el hombro izquierdo, llegaron con horas de anticipación.
El diseño de la caja del bobblehead, inspirado en el anime japonés, y la posibilidad de obtener una de las 1.700 figuras en jersey gris de visitante, que se mezclaron aleatoriamente entre las demás, añadieron un toque especial a la promoción. Estas últimas se cotizan en eBay por precios que alcanzan los $999.99.
"Shohei crea emoción", comentó el manager Dave Roberts antes del juego. "No puedo imaginar cómo está afuera. Es genial para Shohei y bueno para los Dodgers". La expectativa por la noche de bobblehead de Ohtani era alta, y definitivamente no decepcionó.
El impacto de Ohtani en el equipo y sus seguidores es innegable. En solo dos meses como miembro de los Dodgers, ha liderado categorías estadísticas importantes y ha ayudado a atraer multitudes récord. Su presencia ha conectado con la base de fanáticos de una manera que pocos jugadores han logrado.
Mientras algunos fanáticos lucían camisetas y mercancía especial para la ocasión, otros navegaban en línea buscando las mejores ofertas para agregar a sus colecciones. La noche de bobblehead de Shohei Ohtani no solo celebró al jugador, sino también a la comunidad que lo ha acogido con los brazos abiertos.
La noche del 16 de mayo de 2024 en el Dodger Stadium no fue solo un juego más. Fue una celebración de la cultura, el deporte y la comunidad, todo encapsulado en la figura de un jugador que ha trascendido el diamante para convertirse en un ícono global.