En el beisbol, alcanzar un porcentaje de embasado superior a .400 es una hazaña impresionante, especialmente para un novato. En el siglo XXI, solo dos jugadores han logrado esta proeza en su temporada de debut: Albert Pujols y Aaron Judge.
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Este logro no solo destaca su talento innato, sino también su capacidad para adaptarse rápidamente al nivel de competencia de las Grandes Ligas.
Albert Pujols irrumpió en la escena de la MLB en 2001 con los Cardenales de San Luis. En su temporada de novato, Pujols registró un OBP de .403, acompañado de un promedio de bateo de .329, 37 jonrones y 130 carreras impulsadas.
Su desempeño le valió el premio al Novato del Año de la Liga Nacional y lo estableció como una de las futuras estrellas del beisbol. La capacidad de Pujols para embasarse con tanta frecuencia fue un indicio temprano de su disciplina en el plato y su habilidad para leer a los lanzadores, características que definirían su carrera.
Aaron Judge, por su parte, debutó con los Yankees de Nueva York en 2017 y rápidamente se convirtió en una sensación. En su temporada de novato, Judge logró un OBP de .422, gracias a su combinación de poder y paciencia en el plato.
Conectó 52 jonrones, estableciendo un récord para novatos hasta que en 2019 fue superado por Pete Alonso con 53, y acumuló 114 carreras impulsadas. Su impresionante OBP fue resultado de su habilidad para negociar bases por bolas, sumando 127 en total, lo que también le permitió liderar la Liga Americana en esta categoría.
Judge fue galardonado con el premio al Novato del Año de la Liga Americana y terminó segundo en la votación para el MVP. En 2012, Mike Trout estuvo cerca de unirse a este club, finalizando con un OBP de .399.
La comparación entre Pujols y Judge revela dos trayectorias diferentes pero igualmente impresionantes. Mientras que Pujols se destacó por su consistencia y contacto, Judge combinó su poder descomunal con una notable disciplina en el plato.