El jardinero de ascendencia mexicana Jarren Durán, quien fuese suspendido en días anteriores por emitir insultos homofóbicos contra un fanático, es uno de los jugadores mejores cotizados de Grandes Ligas o por lo menos en cuanto a la venta de camisetas se refiere.
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Así lo dieron a conocer varios sitios web de MLB Shop, quienes han señalado que, tras el inconveniente, los jerseys del patrullero se dispararon en internet. "Acabas de conseguir un nuevo fan y yo soy fan de los Yankees", escribió uno.
Shohei Ohtani, dos veces MVP y reconocido como quizás el mejor jugador del mundo, tiene la otra camiseta “más popular”. De acuerdo con la cadena Fox, la camiseta del nipón ocupan los siguientes tres lugares y cinco de los siguientes ocho: la camiseta personalizable de los Dodgers ocupa el quinto lugar, mientras que las camisetas personalizables de los Padres ocupan el séptimo y octavo lugar.
En otros deportes
Se trata de un hecho bastante habitual en el mundo del deporte: las ventas de camisetas de Ivan Provorov, jugador de los Philadelphia Flyers, se dispararon después de que se negara a llevar artículos relacionados con el orgullo gay durante los calentamientos, alegando su religión.
Harrison Butker, jugador de fútbol americano de los Kansas City Chiefs de la NFL, también vio un rápido aumento en las ventas de camisetas tras su discurso en el Benedictine College.
Suspensión
Durante el juego contra los Houston Astros del pasado domingo, Jarren Durán hizo el comentario mientras se dirigía al plato en la sexta entrada. Un aficionado le gritó que necesitaba una raqueta de tenis. El jugador le gritó: "Cállate", seguido del insulto.
Durán se disculpó, pero aún así cumplió una suspensión de dos juegos: sus cheques de los juegos del lunes y martes serán donados a PFLAG, una organización sin fines de lucro que apoya a la comunidad LGBTQ+.
"Durante el juego de esta noche, usé una palabra verdaderamente horrible al responderle a un fanático", dijo Jarren Duran en un comunicado. "Me siento muy mal al saber a cuántas personas ofendí y decepcioné. Pido disculpas a toda la organización de los Red Sox, pero más importante aún, a toda la comunidad LGBTQ”.
