El arte del ponche es una medida definitiva de dominio en el montículo. Entre los latinos, dos lanzadores están ubicados en el top 10 de los brazos más dominantes de la temporada 2024, Freddy Peralta, de los Cerveceros de Milwaukee y Luis Gil, de los Yankees de Nueva York, quienes han alcanzado los mejores promedios de ponches por cada 9 innings en la temporada actual para latinos. Con una combinación letal de velocidad y precisión, estos ases están dejando su marca en las Grandes Ligas.
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Freddy Peralta, de los Cerveceros de Milwaukee ostenta un impresionante promedio de 11.72 K/9, siendo el tercero mejor de la MLB, solo por detrás de Tyler Glasnow y Garret Crochet. Peralta, conocido por su enfoque táctico en el montículo, utiliza una mezcla de lanzamientos que confunden y superan a sus rivales, mostrando un BABIP de .283.
El dominicano Luis Gil, de los Yankees de Nueva York, se encuentra en medio de su mejor temporada hasta ahora, con un promedio de 10.80 K/9, Gil ha mantenido a los bateadores en constante alerta, afianzándose como un brazo élite en la rotación de los Mulos. Su habilidad para lanzar strikes y su repertorio variado lo han convertido en uno de los lanzadores más temidos de la liga.
Peralta, con una efectividad de 3.95 en 13 presentaciones, acumula 92 ponches en 70.2 entradas de labor, para un WHIP de 1.13. Gil, por su parte, presume una efectividad minúscula de 2.04 en igual número de salidas de su compatriota. En medio de su primera temporada completa, el diestro muestra récord de 8-1, 90 ponches propinados, WHIP de 0.93, el promedio más bajo de hits por cada nueve entradas en toda la MLB con 4.2 y un FIP de 3.05.
Con cada juego que pasa, Luis Gil y Freddy Peralta no solo están asegurando su lugar en las estadísticas de la temporada, sino que también están cimentando su legado como dos de los mejores ponchadores que el juego ha visto en años recientes. Su presencia en el montículo es un recordatorio constante de que, en el beisbol, la excelencia se mide no solo en victorias y derrotas, sino en la habilidad de dominar a cada bateador que se atreve a enfrentarlos.
