El boricua Francisco Lindor, de los Mets de Nueva York, despachó el décimo cuadrangular de la temporada ante los Nacionales de Washington, un back to back que concretó con el venezolano Luis Torrens en la parte alta de la sexta entrada.
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El estacazo ante el zurdo Patrick Corbin salió a una velocidad de 109.3 MPH y recorrió una distancia de 428 pies por el jardín central, ampliando la ventaja de los Mets 4 a 0. Tras un comienzo de temporada modesto, con un promedio de bateo de apenas .193 hasta el 20 de mayo, Lindor ha dado un giro impresionante a su rendimiento en el plato.
En los últimos 15 juegos, desde esa fecha, Lindor ha conectado 22 hits en 62 turnos al bate, lo que se traduce en un promedio de bateo de .365. Además, ha añadido tres cuadrangulares y nueve carreras impulsadas a su cuenta personal. Este cambio no solo ha beneficiado a Lindor a nivel individual, sino que también ha tenido un impacto significativo en el desempeño de los Mets.
Los aficionados de los Mets han tomado nota de la consistencia y la habilidad de Lindor para recuperarse de un mal comienzo. Su habilidad para ajustar su mecánica de bateo y su enfoque mental en el plato han sido cruciales para su reciente éxito. Con la temporada llegando al fin de su primera mitad, Francisco Lindor se perfila como un jugador clave en la alineación del mánager Carlos Mendoza, y su contribución será vital para las aspiraciones del equipo en la postemporada y recuperarse de un mal inicio.