En la historia de la Serie Mundial de la MLB, pocos lanzadores han sido tan efectivos como Madison Bumgarner y Sandy Koufax.
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Estos dos gigantes del montículo han registrado la efectividad más bajas en la historia de la Serie Mundial, con un mínimo de cuatro aperturas.
Madison Bumgarner, con los Gigantes de San Francisco, ostenta la efectividad más baja en la historia de la Serie Mundial con un impresionante 0.25. Su desempeño en las Series Mundiales de 2010, 2012 y 2014 es legendario.
En 36 entradas lanzadas, permitió solo una carrera limpia, consolidando su reputación como uno de los mejores lanzadores en la historia de la postemporada. Bumgarner no solo fue clave para los títulos de los Gigantes, sino que también fue nombrado MVP de la Serie Mundial en 2014, gracias a su dominio absoluto en el montículo.
Lanzadores como Sandy Koufas (0.95) y Christy Mathewson (0.97) son los que le siguen a Ma-Bum, con la salvedad de que ellos actuaron en siete y 11 desafíos respectivamente.
Koufax, una de las figuras más icónicas de los Dodgers de Los Ángeles, tiene el segundo promedio de carreras limpias permitidas más baja en la historia de la Serie Mundial con 0.95. En sus 57 entradas lanzadas en la Serie Mundial, Koufax permitió solo seis carreras limpias.
Su dominio fue particularmente notable en las Series Mundiales de 1963 y 1965, donde fue nombrado MVP en ambas ocasiones.
La Serie Mundial es el momento de máxima presión en la temporada de Grandes Ligas, y lanzadores como Bumgarner y Koufax supieron como mantener su efectividad y dominio ante los momentos más exigentes.