En una temporada donde se ha dedicado a batear en serio, Marcel Ozuna se destaca como un verdadero fenómeno ofensivo. El bateador designado de los Bravos de Atlanta ha igualado el liderato de carreras impulsadas en las Grandes Ligas con 46 junto a Alec Bohm, una cifra que no solo habla de su habilidad para conectar en momentos clave, sino también de su consistencia en el plato.
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Ozuna también ha extendido a 15 juegos su seguidilla dando hit, demostrando que su madero es uno de los más temidos en la actualidad. Esta hazaña lo coloca en una posición privilegiada dentro de la historia del equipo y de la liga, recordándonos las gestas de leyendas como Hank Aaron.
En dicho periplo, el dominicano batea para .377, con seis vuelacercas y 14 carreras producidas con ocho anotadas. Ozuna muestra el tercer mejor OPS de todas las Grandes Ligas con 1.046, demostrando que en 2024 se dedicó a batear en serio.
El dominicano ha sido una pieza clave en la alineación de los Bravos, contribuyendo significativamente a su éxito esta temporada. Su capacidad para impulsar carreras ha sido crucial en numerosas victorias, y su presencia en el campo es sinónimo de peligro para los lanzadores rivales.
Los analistas ya están comparando su arranque con los de figuras emblemáticas de los Bravos como Chipper Jones y Dale Murphy. Si sigue así, Ozuna no solo asegurará su lugar en el Juego de Estrellas, sino que también podría llevar a su equipo a lo más alto en octubre.
Marcel Ozuna no es solo un bateador con poder; es un jugador que ha demostrado ser invaluable para los Bravos de Atlanta. Con su habilidad para cambiar el curso de un juego en un solo turno al bate, Ozuna se ha ganado el respeto de compañeros y adversarios por igual. Y con cada juego que pasa, su leyenda sigue creciendo.