Para cualquiera que vea a Elly De La Cruz en un terreno de juego, en evidencia quedará las fantásticas herramientas que posee para brillar en el mundo de las Grandes Ligas, ni decir de su fabulosa velocidad y habilidad para leer a los pitchers contrarios que al entrar en sinergia, le permiten ser uno de los mejores robadores de bases del momento. Por eso apuntala el departamento con 34, 11 más que Brice Turang, su más cercano seguidor.
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El dominicano es muy joven aún, 22 años cumplidos en enero, por lo que tiene algunos aspectos que pulir, uno de ellos es su alta frecuencia para poncharse; previo a la jornada de este domingo sumaba ya 87, la mayor cantidad del Big Show y un poco por encima de Will Benson, su compañero en Rojos de Cincinnati.
Esa cifra se ha dado a lo largo de 275 apariciones en el home plate, lo que tiene como implicación una tasa de ponches en 31.6%, la 8va más deficiente de todas las Mayores cuando la media está en 22.3%, es decir, se muestra un 41.7% más endeble que sus colegas.
Elly De La Cruz, contexto de ponches
Hasta ahora, para el quisqueyano aparecen este año 4 partidos de 4 chocolates engullidos, otros 4 de 3 y otros 19 de 2, de hecho, solo no ha sido guillotinado en 18 de 66 encuentros, incluidos el de este 9 de junio. Durante su tiempo de servicio en la MLB lleva 231 en 702 para 32.9%.
Si revisamos su historial, veremos que se trata de una falencia que también presentó en su tiempo de Ligas Menores en las sucursales de los Escarlatas del estado de Ohio. De acuerdo a los registros del portal estadístico Baseball Reference, durante 4 campañas totalizó 1150 apariciones con el madero, tiempo en el que se ponchó 333 veces para una tasa del 28.9%.