El dominicano Sammy Sosa, ícono de los Cachorros de Chicago, y líder vitalicio de la franquicia en cuadrangulares con 545, volvió este viernes a Wrigley Field tras 21 años de ausencia. El regreso del dominicano, quien no pisaba el estadio desde su salida del equipo en 2004, marcó un momento histórico para la organización y sus fanáticos.
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Sosa fue recibido con una ovación ensordecedora por parte del público, que lo aclamó como a un verdadero héroe. El exjugador, de 56 años, llegó en una camioneta negra y fue recibido por el dueño del equipo, Tom Ricketts, quien lo abrazó cálidamente. La emoción fue palpable en cada rincón del estadio.
Ingreso al Salón de la Fama de los Cachorros
El motivo de su regreso no fue menor: Sammy Sosa fue exaltado al Salón de la Fama de los Cachorros en una ceremonia especial celebrada en el mismo Wrigley Field. Este reconocimiento pone fin a más de dos décadas de distanciamiento entre el club y su exestrella, cuya carrera estuvo marcada por récords, polémicas y una conexión innegable con la afición.
Durante su paso por los oseznos, Sosa conectó 545 jonrones en 1.811 juegos, incluyendo una histórica temporada en 1998 donde disparó 66 cuadrangulares y fue nombrado Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. También remolcó 1414 carreras, dio 296 dobles y dejó un OPS de .928.
Un símbolo que vuelve a casa
El reencuentro también incluyó momentos emotivos, como su encuentro con el joven talento Pete Crow-Armstrong, con quien posó para una fotografía. Además, Sosa visitó al mánager Craig Counsell en su oficina, en un gesto que simboliza el cierre de un ciclo y la apertura de una nueva etapa de reconciliación.