En el beisbol, donde los récords se rompen constantemente, hay algunos que parecen estar destinados a perdurar en el tiempo. Uno de esos hitos inalcanzables es el de bases robadas, propiedad exclusiva de Rickey Henderson.
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Con un total de 1.406 bases robadas a lo largo de su carrera, Henderson dejó una marca que parece escrita en piedra. Para poner en perspectiva esta cifra, basta comparar su récord con el total de bases robadas en toda la Liga Nacional (1.260) y la Liga Americana (1.226) durante la temporada de 2022, según data de Statmuse.
¿Qué hace tan especial el récord de Henderson?
Henderson fue un corredor de bases excepcional durante toda su carrera, no solo en un par de temporadas. Su habilidad para robar bases era una parte fundamental de su juego, y la mantuvo a un alto nivel durante más de dos décadas.
¿Podrá alguien romper el récord?
Si bien no es imposible que algún día otro jugador supere la marca de Henderson, parece altamente improbable. Los cambios en el juego y la naturaleza cada vez más conservadora del robo de bases hacen que este récord sea prácticamente inalcanzable. Pero, dado a los recientes cambios en las reglas, y el aumento del tamaño de las bases, parece volver ese tipo de juego veloz en los senderos como en aquella época.
¿Cuántas bases robadas debe proyectar un jugador para romper la marca?
Henderson jugó durante 25 temporadas. Si un jugador quisiera superar su récord, tendría que mantener un ritmo alto de robos durante un período similar. Para tener mayor posibilidad, tendría que robar una alta cantidad de almohadillas por encuentro.
Si asumimos que un jugador podría mantener un ritmo similar al de Henderson, podríamos estimar que necesitaría robar alrededor de 60 bases por temporada durante al menos 15 temporadas. Esto le daría un total de aproximadamente 900 bases robadas, lo que lo colocaría en una posición competitiva para desafiar el récord.
Si consideramos que un jugador es asombrosamente talentoso y con un equipo que lo apoye pudiera superar estas limitaciones, podríamos estimar que necesitaría robar un promedio de 70 bases por temporada durante 20 campañas. Esto le daría un total de 1400 bases robadas, dejándolo a seis de la marca.
Romper el récord de Rickey Henderson es un desafío monumental que requeriría una combinación única de talento, oportunidades y longevidad. Aunque es posible que algún día veamos a otro jugador alcanzar esta hazaña, parece poco probable que ocurra en un futuro cercano.