El mundo del beisbol se encuentra en estado de shock tras la reciente noticia de que Edwin Díaz, el estelar cerrador de los Mets de Nueva York, ha sido suspendido por 10 juegos. Esta decisión llega después de que Díaz fuera expulsado por tener una sustancia prohibida en su mano durante el juego contra los Cachorros de Chicago.
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Díaz, quien ha sido una pieza clave en el bullpen de los Mets, fue sorprendido con lo que los oficiales describieron como "algo más que una combinación de resina, sudor y tierra" en su mano de lanzar. El incidente ocurrió antes de lanzar en la novena entrada en el Wrigley Field, lo que llevó a su expulsión inmediata y a la suspensión automática que ahora enfrenta.
La regla de la MLB contra el uso de sustancias para mejorar el agarre y la rotación de la pelota ha estado en vigor desde la temporada pasada, y Díaz sería el tercer lanzador de los Mets suspendido bajo esta política en el último año. La suspensión de 10 juegos es automática, pendiente de una apelación, que Díaz tiene el derecho de presentar.
La pérdida de Díaz es un golpe significativo para los Mets, que han estado en una racha ganadora y se enfrentan a una serie de juegos cruciales contra rivales como los Yankees y los Astros. El equipo tendrá que buscar un cerrador temporal mientras Díaz cumple su suspensión, lo que podría afectar su dinámica y resultados en el campo.
Díaz expresó su sorpresa por la expulsión y mencionó que siempre ha utilizado la misma mezcla de resina y sudor para mejorar su agarre. Sin embargo, el jefe de árbitros, Vic Carapazza, afirmó que la sustancia encontrada en la mano de Díaz era "definitivamente muy pegajosa" y no consistente con lo que normalmente se permite.
La situación pone en relieve la continua lucha de la MLB contra el uso de sustancias ilegales y cómo incluso los jugadores más destacados pueden verse afectados por estas estrictas regulaciones. Mientras tanto, los Mets y sus aficionados esperan ansiosamente la decisión de Díaz sobre la apelación, que podría determinar el curso de su temporada.
Con la suspensión de Edwin Díaz, los Mets se ven obligados a jugar con un hombre menos durante la duración de la sanción, lo que aumenta la presión sobre el resto del equipo para mantener su nivel de juego. Este incidente seguramente será un tema de discusión en los próximos días y podría tener implicaciones significativas en la carrera por el campeonato de la MLB.
