En las Grandes Ligas existen grandes ausencias en la Serie Mundial, donde tres equipos como los Guardianes de Cleveland, Piratas de Pittsburgh y Orioles de Baltimore suman varios años sin poder alzar el trofeo más prestigioso en el béisbol organizado y este año dos de estos tres equipos estarán en postemporada y buscarán romper el maleficio.
NOTAS RELACIONADAS
Cleveland, domina la División Central de la Liga Americana con 80 victorias y 59 derrotas. Por su parte, Orioles sigue en el segundo lugar con récord de 81-59 en el Este y Pittsburgh, sin opciones en el sótano de la Central del viejo circuito con 65-73.
Guardianes con 76 años de sequia
En la Serie Mundial de 1948, Cleveland se enfrentaba a los Bravos de Boston de la Liga Nacional, acreditándose la victoria decisiva en el Juego 6. Este triunfo no solo les otorgó su segundo título, sino que también fue histórica, ya que el lanzador Satchel Paige, un destacado jugador de las Ligas Negras, se convirtió en el primer afroamericano en lanzar en una Serie Mundial.
Los Guardianes de Cleveland, anteriormente conocidos como los Indios de Cleveland estuvo a punto de romper el maleficio. En 1954, llegaron a la Serie Mundial después de ganar 111 juegos en la temporada regular, un récord que nadie había logrado hasta ese entonces, pero fueron barridos en cuatro juegos por los Gigantes de Nueva York.
La década de 1990 fue quizás la más dolorosa para los aficionados de Cleveland, con apariciones en la Serie Mundial en 1995 y 1997. En ambas ocasiones, los Guardianes lograron estar a muy poco de campeonar pero finalmente fueron derrotados por los Bravos de Atlanta y los Marlins de Florida, siendo la temporada 97° la más dolorosa para los aficionados de Cleveland, ya que perdieron en el séptimo y en extra innings frente a los peces.
En 2016, regresaron a la Serie Mundial, retando a los Cachorros de Chicago y como de costumbre una vez más, Cleveland estuvo a una carrera de romper la maldición, llevando la final al séptimo juego y cayendo nuevamente en entradas extras. Vale acotar, que está derrota fue especialmente significativa, ya que los Cachorros rompieron su propia sequía de 108 años, dejando a los Guardianes como el equipo con la sequía más larga en las Grandes Ligas.
Piratas de Pittsburgh y sus 45 años de sequia
Los Piratas de Pittsburgh fueron, en su momento, uno de los equipos más temidos en las Grandes Ligas, con cinco títulos de Serie Mundial en sus vitrinas conquistando las temporadas de (1909, 1925, 1960, 1971, y 1979), demostrando ser un conjunto competitivo durante gran parte del siglo XX.
Sin embargo, llegó a la novena Pittsburgh un declive que los ha mantenido alejados de la Serie Mundial por más de cuatro décadas de dificultades, el factor más significativo en su hundimiento fue no tener la capacidad para desarrollar talento de élite que los pusiera a competir. Además, durante los años 80 y 90, los Piratas dejaron ir a varias de sus estrellas debido a dificultades financieras y varias malas decisiones de gestión.
Luego de tres clasificaciones consecutivas en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional entre las campañas de 1990 y 1992, Los Piratas estuvieron cerca de llegar a la Serie Mundial. Mientras, que en el 2013 rompieron su racha de 20 temporadas sin postemporada, clasificando a los playoffs por primera vez en más de dos décadas, liderados por jugadores como Andrew McCutchen llegando Serie Divisional del viejo circuito.
También, en las temporadas 2014 y 2015, la escuadra de Pittsburgh clasificó a los playoffs por el comodín, siendo eliminado en el juego de comodines en ambas oportunidades.
Orioles de Baltimore y sus 41 años de ausencia
En 1983, los Orioles de Baltimore se consagraron campeones de la MLB, venciendo a los Filis de Filadelfia en cinco juegos. Con jugadores leyendas de la franquicia como Cal Ripken Jr., Eddie Murray, más un sólido cuerpo de lanzadores, posicionándose como una de las novenas más respetadas de las Grandes Ligas. Este éxito fue la culminación de un periodo en el que los Orioles ganaron tres títulos de Serie Mundial (1966, 1970, 1983) y se establecieron como una fuerza dominante en la Liga Americana.