Finalizada la larga temporada del beisbol de las Grandes Ligas, los jugadores deciden tomar un merecido descanso, antes de retomar el trabajo físico que los haga llegar en forma a los entrenamientos primaverales.
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Muchos eligen destinos paradisiacos como es el caso del campocorto de los Mets de Nueva York Francisco Lindor, quien junto a su familia aterrizó al norte de Italia, específicamente en el Lago de Garda.
Este espacio hidrográfico se encuentra entre los Alpes y la llanura más amplia de todo ese país, se sitúa específicamente al este de Milán, ciudad que lo separa unos 140 kilómetros de distancia.
En las publicaciones de su esposa, se puede apreciar el disfrute y tiempo de descanso con su familia luego de disputar 160 encuentros con los metropolitanos, donde consiguió el primer 30-30 de su carrera.