En un momento histórico para el beisbol, Albert Pujols se elevó a la categoría de leyenda el 3 de junio de 2017, al convertirse en el noveno jugador en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar la impresionante cifra de 600 cuadrangulares. Pero lo que distingue a Pujols no es solo la cantidad, sino la manera en que logró su hazaña: con un Grand Slam que dejó a los aficionados y a la historia del deporte en asombro.
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Esa noche, en el Angel Stadium, el dominicano Pujols, jugando para los Angelinos de Los Ángeles, enfrentó al lanzador Ervin Santana de los Twins de Minnesota. En el cuarto inning, con las bases llenas, Pujols desató un poderoso swing que envió la pelota por encima de la línea del jardín izquierdo, marcando no solo un Grand Slam sino también su jonrón número 600 de su carrera.
Pujols, conocido por su consistencia y poder, ya había dejado una marca indeleble en las Grandes Ligas con sus logros con los Cardenales de San Luis, donde ganó tres premios MVP de la Liga Nacional y una Serie Mundial. Su traspaso a los Angelinos fue uno de los más comentados y su impacto en el equipo fue inmediato, aunque sus números sufrieron una disminución con el paso de los años.
Sin embargo, esa noche de 2017, Pujols no solo se unió a un club exclusivo que incluye a leyendas como Barry Bonds, Hank Aaron y Babe Ruth, sino que también se convirtió en el único jugador en la historia de la MLB en hacerlo con un Grand Slam. Además, se posicionó como el cuarto jugador más joven en alcanzar los 600 cuadrangulares y el segundo nacido fuera de los Estados Unidos, junto a Sammy Sosa, en lograrlo.
La hazaña de Pujols no solo refleja su habilidad excepcional como bateador sino también su tenacidad y dedicación al juego. Oficialmente retirado en 2022 con el equipo de sus amores, los Cardenales de San Luis, y miembro del club de los 700 jonrones, su entrada a Cooperstown está más que garantizado.
Este hito no solo celebra un logro personal de Pujols sino que también resalta la belleza del beisbol: un deporte donde la pasión, el talento y la perseverancia pueden llevar a un atleta a alcanzar lo inimaginable. Albert Pujols, con su Grand Slam histórico, no solo se ganó un lugar en el libro de récords sino también en los corazones de los aficionados de todo el mundo.