En una temporada donde cada hit cuenta, Bryce Harper, el bateador estrella de los Phillies de Philadelphia, ha vuelto a demostrar por qué es uno de los jugadores más temidos en la caja de bateo. Con un jonrón de dos carreras esta nocheante los Cardenales de San Luis, Harper ha acumulado ocho cuadrangulares y 26 carreras impulsadas en el último mes, manteniendo un promedio de bateo cercano a .300. Sin duda, estamos en plena temporada de bateo.
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Harper, quien ha sido una pieza clave en la alineación de los Phillies, ha mostrado una consistencia impresionante en el plato. Su capacidad para conectar hits claves y cambiar el rumbo de los juegos ha sido una constante esta temporada. Con 14 cuadrangulares y 44 empujadas hasta la fecha en 2024, Harper no solo está en camino a tener una de las mejores temporadas de su carrera, sino que también está fortaleciendo su caso para el MVP de la Liga Nacional.
El impacto de Harper en el juego es innegable. No solo aporta poder y precisión en el bateo, sino que también inspira a sus compañeros de equipo y aterroriza a los lanzadores contrarios. Su presencia en la alineación es sinónimo de peligro, y su habilidad para impulsar carreras es crucial para las aspiraciones de los Phillies esta temporada.
La noche de hoy no fue una excepción. Con su característico swing, Harper envió la pelota al segundo piso del Citizens Bank Park en la baja de la séptima ante los envíos de John King. El batazo salió a una velocidad de 109.2 MPH y recorrió una distancia de 415 pies. Este tipo de actuaciones son las que los fanáticos esperan y las que hacen que los juegos de los Phillies sean imperdibles.
Bryce Harper se mantiene cerca la cifra de 1000 impulsadas en su carrera (933), en lo que va de temporada, liga para .276 con un OPS de .919 en 199 turnos. El inicialista aportó para el triunfo de los Phillies 6 a 1 sobre San Luis para dejar su récord en 41-18 y mantener el liderato de la división Este de la Liga Nacional.