El Coliseum de Oakland, un estadio que ha sido testigo de innumerables momentos históricos y emocionantes, se prepara para despedir a los Atléticos de Oakland. Desde su inauguración en 1968, este icónico estadio ha sido el hogar de los paquidermos, albergando cuatro títulos de Serie Mundial, seis campeonatos de la Liga Americana y diecisiete títulos divisionales. Sin embargo, el tiempo ha llegado para que el equipo cierre este capítulo de su historia.
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La última serie de los Atléticos en el Coliseum se llevará a cabo contra los Rangers de Texas, marcando el final de una era dorada para el beisbol en Oakland. Los fanáticos, que han sido testigos de momentos inolvidables y han apoyado al equipo a lo largo de los años, se preparan para una despedida emotiva. Las entradas para estos últimos juegos se han agotado rápidamente, con precios en el mercado secundario que alcanzan cifras astronómicas.
Palabras de su propietario
John Fisher, propietario de los Atléticos, publicó una carta abierta a los fanáticos, expresando su gratitud y reflexionando sobre los años de gloria en el Coliseum. En su carta, Fisher destacó los logros del equipo y agradeció a los seguidores por su lealtad y apoyo incondicional. También mencionó los planes futuros para el equipo, que incluyen una reubicación temporal en Sacramento antes de establecerse en un nuevo estadio en Las Vegas.
“Quedarnos en Oakland era nuestra meta, nuestra misión, fallamos en nuestro objetivo por alcanzarla y eso lo lamento genuinamente”, fueron algunas palabras expresadas en el escrito del propietario de los Atléticos.
El Coliseum, con su concreto desgastado y sus asientos descoloridos, ha sido un símbolo de resistencia y pasión para los fanáticos de los Atléticos. A lo largo de los años, ha sido el escenario de hazañas legendarias y momentos inolvidables, desde los jonrones de Reggie Jackson hasta las jugadas maestras de Rickey Henderson, pasando por la racha de 20 victorias de forma consecutiva. Sin embargo, el tiempo y el abandono han dejado su marca, preparando el terreno para el inevitable adiós.
La despedida del Coliseum no solo marca el fin de una era para los Atléticos, sino también para la ciudad de Oakland. Los fanáticos, aunque tristes por la partida del equipo, celebran los recuerdos y las victorias que han compartido en este estadio. A medida que los Atléticos de Oakland se preparan para su nuevo capítulo, el legado del Coliseum perdurará en los corazones de todos aquellos que alguna vez gritaron y celebraron en sus gradas.
