Barry Bonds, el jardinero zurdo que redefinió el poder en el béisbol y se convirtió en el máximo jonronero de todos los tiempos, celebra hoy su 60 cumpleaños. Su carrera estuvo marcada por una mezcla de logros inigualables y una controversia que aún perdura, especialmente por su supuesto uso de esteroides.
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Una carrera llena de récords
Bonds acumuló una lista impresionante de logros durante sus 22 años en las Grandes Ligas. Con 762 jonrones de por vida, supera por 73 al legendario Hank Aaron en el primer lugar de todos los tiempos. Además, posee récords de Grandes Ligas en bases por bolas recibidas (2558), bases totales (4242) y porcentaje de slugging (.609).
A lo largo de su trayectoria, Bonds recibió 7 premios al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, 8 Guantes de Oro y 12 convocatorias al Juego de Estrellas. Su impacto en el juego fue indiscutible, y muchos lo consideran uno de los mejores bateadores de la historia.
La sombra de los esteroides:
Sin embargo, la carrera de Bonds se vio ensombrecida por las acusaciones de dopaje. En 2003, el Informe Mitchell reveló que Bonds había dado positivo por sustancias prohibidas en 2001. Si bien Bonds nunca fue sancionado por las Grandes Ligas, estas acusaciones mancharon su reputación y contribuyeron a que no fuera elegido para el Salón de la Fama del Béisbol tras 10 años en la boleta electoral.
¿Elegido al Salón de la Fama en el futuro?
A pesar de no haber sido elegido por los escritores de béisbol, Bonds aún tiene la posibilidad de ingresar al Salón de la Fama a través del Comité de Veteranos. Este comité, compuesto por ex jugadores, directivos y miembros de la prensa, se reúne anualmente para considerar a jugadores que no fueron elegidos por los escritores.