El base de los Sacramento Kings, De'Aaron Fox, ha demostrado una vez más por qué es uno de los jugadores más electrizantes de la NBA.
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Fox encadenó dos actuaciones de otro planeta, anotando 60 puntos el viernes en una derrota ante los Minnesota Timberwolves, seguida de una exhibición de 49 puntos el sábado para guiar a los Kings a la victoria sobre los Utah Jazz.
Con sus 109 puntos combinados en dos noches consecutivas, Fox quedó a solo un punto de igualar el récord establecido por Kobe Bryant en 2007, cuando el legendario escolta de los Lakers anotó 110 puntos en un "back-to-back". Es un logro impresionante que subraya el estado de forma espectacular de Fox y lo coloca en una élite histórica.
La actuación del viernes fue un hito para Fox y para la franquicia de los Kings. Sus 60 puntos no solo marcaron su récord personal, sino también la mayor anotación de un jugador en la historia de los Kings, y la cifra más alta en la NBA esta temporada.
Fox lo logró con una eficiencia asombrosa: 22 de 35 en tiros de campo, incluyendo 6 triples en 10 intentos, y un casi perfecto 10 de 11 desde la línea de libres.
Además, repartió 7 asistencias en un esfuerzo que tuvo a Sacramento remontando una desventaja de 20 puntos en el tercer cuarto, solo para caer en la prórroga ante unos Wolves liderados por Anthony Edwards y Julius Randle.
Pero lo más impresionante fue lo que Fox hizo menos de 24 horas después.
El sábado, con apenas tiempo para descansar, salió a la duela decidido a no dejar que otra exhibición quedara sin premio. Con 49 puntos, 9 asistencias y un excelente 16 de 30 en tiros de campo (incluyendo 3 de 4 en triples y 14 de 19 en libres), lideró a los Kings a una crucial victoria 127-118 sobre los Jazz. Esta vez, Sacramento no desaprovechó su magia.